Profesor de matemáticas prepara cruce a nado por aguas araucanas
Asegura que nadie ha recorrido los cerca de 15 kilómetros entre Punta Lavapié y la Isla Santa María.
Jorge Viveros es un profesor de matemáticas de la escuela Villavicencio de Lota, pero que mantiene un vínculo especial con el mar. Las aguas de la región y el país lo han visto realizar cerca de una veintena de travesías, reconociendo que, a sus 58 años, su sueño es cruzar desde Punta Lavapié hasta isla Santa María.
"Quiero nadar desde Punta Lavapié a Isla Santa María y lo he ido postergando un poco por el frío, el agua es muy helada y esa travesía no la ha hecho nadie en Chile", sostiene.
Agrega que es una distancia que puede recorrer en condiciones óptimas, pero que lo gélido que puede ser el mar en el trayecto es algo que lo ha mantenido a raya del intento, aunque aclara que "el otro año creo que me voy a animar y con una mayor capacidad física".
Viveros detalla que su preparación no tiene relación con las de un deportista profesional, ya que las condiciones en las que practica no son las óptimas, por lo que hasta antes de la pandemia su rutina consistía en sesiones de gimnasio y cuando lo permiten las condiciones climáticas, "nadar por Lota". A eso agrega la compra de un traje que cuenta con características especiales que le permiten soportar bajas temperaturas al interior del mar.
"Los trajes son carísimos, cuestan más de medio millón de pesos porque tienen tecnología que salas de aire, un espesor de 5 milímetros, este traje Orca tiene una capa de bambú por dentro, y hay una serie de proceso para mantenerse en buen estado físico porque en abril voy a cumplir 59 años", señala.
Inicios
Viveros cuenta que aprendió a nadar cuando tenía 11 años "en la Laguna Chica, donde en esos años se hacían cursos de natación". De ahí en más siguió muy ligado a la actividad, pero "nunca pertenecí a ningún club, solo quería nadar", aseguró el profesor de matemáticas.
Dijo que su primera gran travesía fue el 2017, cuando después de mucho estudio de vídeos y días de practica en solitario se decidió por cruzar desde el Muelle de Enacar hasta Colcura, ocasión en la que aprendió mucho más de lo que tenía planeado.
"Acá hay todo un protocolo, no es solo tirarse al mar y nadar, hay que firmar ante notario que uno se hace cargo de toda la seguridad, y cuando fui a la Capitanía de Puerto de Lota me dijeron que debo tener un bote, un paramédico, un patrón de nave menor, una persona que está encargada de la logística, en definitiva no es llegar y nadar en el mar".
Alumnos
El lotino señala que ha logrado el reconocimiento de la comunidad, principalmente entre sus estudiantes quienes ven en él un ejemplo a seguir y es por lo mismo que insta constantemente a sus alumnos a que se atrevan con esta actividad deportiva, la que en sus palabras les "reportará muchas satisfacciones, muchas alegrías".
Agrega que durante el año pasado le ofreció a la municipalidad realizar cursos de forma gratuita de natación, iniciativa que finalmente no se pudo concretar, pero que no decae en su deseo de algún día tener también la posibilidad de traspasar el conocimiento sobre el nado y el mar a nuevas generaciones de nadadores lotinos.
Sobre esto dice que al no contar la comuna con una piscina en la que se pueda desarrollar esta actividad, obligatoriamente debería ser en el mar, lo que "implica que en todo diciembre, enero y febrero los niños puedan sentir esta sensación y esta forma de vida que es el mar".
Añade que incluso los conocimientos matemáticos que posee los ha puesto en práctica a la hora de cursar las aguas del país, debiendo a aprender a leer los informes meteorológicos especialmente diseñados para las travesías, planificando de mejor forma cada aventura marítima.
Ese conocimiento también lo traspasa en las aulas a sus estudiantes, quienes le agradecen por su forma de enseñar y de ver la vida. Finalmente, indicó que en medio del mar no ha tenido episodios que lamentar, ya que "hay una planificación detrás y nada acá porque son aguas muy seguras", reiterando su llamado a que más jóvenes sigan su ejemplo como nadador autodidacta.