Preocupa efectos de la sequía a largo plazo para los campamentos
Dirigentes señalan que actualmente no sufren grandes problemas con el suministro de agua, pero que sienten que podría cambiar en el futuro.
Las consecuencias de la sequía en el largo plazo para la región del Biobío inquieta y preocupa a los habitantes en campamentos o tomas en los alrededores de la zona.
De acuerdo con datos del Ministerio de Medio Ambiente, el 2018 fue el más seco de los últimos 69 años.
Si bien 2020 fue un año en que tanto en la región como en el resto del país hubo un aumento de las lluvias, principalmente en julio y julio de acuerdo con la Dirección Meteorológica de Chile, el déficit hídrico no ha disminuido.
La realidad de los campamentos en la zona es variado en cuanto al suministro del agua, pero los dirigentes vecinales coinciden en que es un tema que se debe tomar en cuenta, ya que en el largo plazo podrían existir inconvenientes.
Campamentos
Evelyn Gaete vive en Cerro Chepe. Señaló que cuando escucha hablar de los efectos de la sequía tiene una sensación de preocupación.
"Hace tres años no teníamos agua y ahora, gracias a Dios, sí la tenemos y podemos usarla de forma normal", señaló.
No obstante, dijo que "obviamente que los efectos de la sequía nos preocupan, porque todos somos de cerro y de repente podrían cortarnos el agua como se hacía antiguamente cuando había un solo medidor para todas las casas".
Asimismo, señaló que "la realidad es más grave en campamentos que requieren de la distribución de los camiones aljibe".
Cristina Durán, dirigenta del campamento Las Algas de Talcahuano, señaló que "actualmente nosotros tenemos distribución de agua, ya que estamos conectados a una matriz con manguera y a veces el suministro baja o es más lento".
En ese sentido, señaló que "asusta bastante pensar en la sequía y en sus consecuencias, porque actualmente ocupamos un terreno no habilitado para vivienda y eso lo notamos con el deterioro de la tierra".
Al igual que Evelyn Gaete, señaló que el campamento no tiene problemas más graves. "Algunos necesitan el suministro con tanques de agua o camiones alijibe y otros piden agua a otras familias. Todos vivimos realidades diferentes. Depende mucho del sector".
La dirigenta explicó que "los campamentos que recién se instalan son los que tienen más inconvenientes al principio porque deben tomar en cuenta la conexión al sistema y eso no es de la noche a la mañana".
Baldramina Henríquez, dirigenta perteneciente al comité de allegados Por Una Vivienda Digna, señaló que "quienes vivimos en campamentos sabemos de la importancia de cuidar el agua, de usarla apropiadamente y de lo que podría significar en un futuro. Que hoy no tengamos problemas no significa que mañana estemos libres de eso".
"No sólo nos asustan los efectos de la sequía, sino también proyectos como la carretera hídrica que no creemos que sea positivo", añadió.
Henríquez señaló que "agradecemos que hoy podemos abrir la llave y que hay agua para tomar, podemos seguir pagando cuentas, pero no es la realidad de todos los campamentos ni de todos los vecinos".
Héctor Moreno, habitante del campamento Las Gaviotas en Talcahuano dijo que "tenemos agua potable, porque pillamos un arranque y sabemos que es el recurso natural más valioso. De los campamentos que conozco, la mayoría tiene agua, pero la sequía no deja de ser preocupante".
Moreno cerró al señalar que "como familias siempre hacemos el llamado al consumo responsable".
2018 fue el año más seco de los últimos 69 según el Ministerio de Medio Ambiente.
3 años sin problemas de agua ha tenido el campamento del Cerro Chepe.