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Ex jugadores lamentan partida del histórico Vicente Cantatore

René Valenzuela y Hugo Grignafini, quienes fueron dirigidos por el deté, rememoran su paso por la región.
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Juan Pablo Ríos Rosales

La mañana de este viernes se llenó de luto en el fútbol español y, sobre todo, nacional. Vicente Cantatore dejó de existir a los 85 años en su amada ciudad de Valladolid, aquejado de un alzheimer que lo tuvo a maltraer durante los últimos años.

Querido como pocos, nació en Rosario, Argentina, pero luego se nacionalizó chileno. Y en la región es donde dos clubes marcaron su exitosa trayectoria: Deportes Concepción y Lota Schwager.

"Es lamentable. Gracias a su confianza, me pude consolidar en el Conce. Además, me dirigió en la selección chilena. Era un caballero, excelente persona y bueno para la talla. Era muy amigo del jugador, pero siempre con mucho respeto. Intachable.", rememora René Valenzuela, quien se logró consolidar en el León bajo la batuta del estratego rosarino.

Sobre la huella que dejó en Nonguén, el ex defensor es enfático al destacar que Cantatore se retiró como capitán e inició su exitosa carrera como entrenador. "Cuando jugó en Concepción, fue como un espejo para los que veníamos de más abajo. En mi caso, pasé por muchas posiciones, pero él me ubicó como defensa central. Antes de haber sido mi técnico, lo veía jugar y era muy elegante", recuerda.

En esa línea, añade que, "en esos tiempos, era un mediocampista polifuncional, que incluso ofició de defensa central. Él salía jugando de manera limpia, sin pelotazo. Además, tenía un juego aéreo impecable, porque era alto".

Cantatore estuvo entre 1975 y 1976 en el banquillo del León en dupla técnica con el "Gallego" Guillermo Báez, hasta dejar el club por resultados adversos.

El trasandino se fue entonces hasta la cuenca del carbón para entrenar a Lota Schwager, donde su legado sigue vivo. Y es que hace algunos años fue elegido como el mejor técnico en la historia del club.

Alguien que puede dar fe de aquello es el ex portero minero Hugo Grignafini. "Yo era joven y jugaba en Central Córdoba de Rosario. Una vez, en diciembre del '77, Cantatore andaba de vacaciones en su ciudad natal y me ofreció la oportunidad en Lota Schwager, tras recomendación de su hermano que era hincha del equipo. Arreglé unos asuntos en Argentina y me envió los pasajes para venir a la zona del carbón. Todo lo que tengo en Chile se lo debo a él", relata.

Sobre su experiencia en la Lamparita, el ex guardameta lotino siente que Cantatore se ubica como el técnico más importante que tuvo en su carrera.

"Le tenía mucho aprecio. Para mí fue muy importante en lo futbolístico y personal. Me afectó harto su partida. En Lota dejó una huella profunda, porque el equipo hizo su mejor campaña histórica en Primera División, terminando en el sexto lugar", dice Grignafini, añadiendo que, "se fue de Lota cuando bajaron el presupuesto a la mitad. Pidió algunas condiciones, pero no llegó a acuerdo y partió al Audax".

El comentarista no olvida algunos gestos que tuvo en su carrera. "Siempre me llevaba a los entrenamientos. Le debo demasiado a él. Todo lo que hice en este país, comenzó con él. Era realmente una persona espectacular", cierra emocionado.

En Chile su huella es generosa. Como jugador, Cantatore estuvo 13 años y ganó un título con Wanderers en 1968. Como DT llevó al primer plano internacional a Cobreloa. Ganó el torneo local de 1980 y 1982 y llegó a las finales de las Copa Libertadores en 1981 y 1982. Además, a fines de 1984 dirigió a la Selección Chilena.

Tras pasar por España, donde entrenó en una primera etapa al Real Valladolid y al Sevilla, volvió a Chile como DT de la Universidad Católica, club con el que conquistó la Copa Chile en 1991. En 1994 tuvo un breve paso por Colo Colo antes de partir nuevamente a España.

"Es lamentable. Era un caballero intachable, excelente persona y bueno para la talla.

René Valenzuela,, ex jugador del Conce