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Fisicoculturista chorero triunfa en Estados Unidos

Bastián Rubilar, es oriundo de la población Santa Marta y hace pocas semanas logró podio en el "Mister Olympia", uno de los torneos más importantes de fitness mundial.
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Juan Pablo Ríos Rosales

La vida da muchas vueltas y de ello sabe Bastián Rubilar. Hace algunos meses vendía salmones en caja en Talcahuano y hoy puede dar fe de que su destino dio un giro inesperado en Estados Unidos, tras ganar uno de los trofeos más importantes del fitness mundial.

Su historia es bien particular. Desde hace al menos seis años que se dedica al Men's Physique, una rama del fisicoculturismo, la cual, según explica, combina el físico atlético con la belleza masculina.

Aburrido de lo que él llamó "amiguismo existente en la disciplina a nivel nacional", Bastián sostiene que se la jugó con todo y emprendió rumbo a Estados Unidos en plena pandemia, para competir en esta disciplina.

Afortunadamente la jugada le salió bien. El pasado 15 de diciembre logró el tercer lugar en su categoría, en el marco del Mister Olympia, celebrado en la ciudad de Orlando, estado de Florida. Con esto, se convirtió en el primer chileno en conseguir dicho logro.

Su relato

El chorero, de 28 años, dice que estaba cansado de injusticias y sostiene que una de las principales motivaciones para dar el gran salto, fueron los obstáculos que asegura se le habrían presentado en el país, independientemente de sus logros en este deporte.

"En Chile, el fisicoculturismo es muy manipulado, no dejan ganar a los mejores. Es puro pituto. Siempre fui en contra de eso. Gané varios torneos, pero siempre a la federación chilena le cargó mi actitud, de que me creyera el mejor", señala.

Pero eso no fue todo. El principal punto de quiebre tiene que ver con un grave accidente que sufrió hace algunos meses, el que pudo hipotecar su promisoria carrera. "Me atropellaron y me quebré la pierna. Me amputaron los meniscos y cartílagos. Tuve una operación súper complicada, mi rodilla es artificial por completo. Mi doctor me dijo que con suerte iba a volver a caminar y jamás podría correr o competir", confiesa.

Tras ello, Bastián da cuenta de un plan de preparación que -según él- es único en el mundo, el que le posibilitó avanzar rápidamente en su recuperación y estar listo para competir recién en diciembre pasado.

"Diseñé un sistema de entrenamiento que me permitiera lograr resultados rápidos en poco tiempo, ya que tenía una vida muy ocupada. En 45 minutos diarios se logra un físico estético. Me determiné a mí mismo, comencé a entrenar con la pierna mala y llena de fierros. Y ante todo pronóstico, en tres meses, ya estaba listo para competir nuevamente", indica.

Posteriormente, relata que sin pensarlo dos veces, se la jugó no más por el Sueño Americano. Y no fue solo, sino que acompañado por las personas más importantes de su vida.

"Con mi polola y mi mejor amigo nos venimos a Estados Unidos, al campeonato más importante, que es el Mister Olympia. Ese torneo no se suspende por nada, porque acá, en Estados Unidos, hay más libertad con el covid. Vendimos todo y nos venimos a la vida no más, a probar suerte", expresa.

Agrega que su novia Josefa Oporto ha sido un pilar fundamental en esta aventura. "Ella es el principal motor para que esté aquí. Creyó en mí y me incentivó para llegar hasta acá y lograr todo esto", recalca.

Cambio rotundo

Oriundo de la población Santa Marta de Talcahuano, Bastián rememora que tuvo una infancia como la de muchos otros niños del Puerto. Estudió en el Colegio Los Cóndores y terminó su enseñanza media en un dos por uno. De allí en más no terminó por completo su carrera de Educación Física y se cambió a Ingeniería Comercial.

"Estoy vendiendo mi sistema de entrenamiento. Tengo alumnos a los que les cobro 500 dólares a la semana. Por eso tengo la oportunidad de tener una mejor economía. Ahora pienso en ir a Miami, a competir, estoy seguro de que seré el primer chileno en ganar de manera profesional", anticipa.

A propósito de lo anterior, cuenta que hoy por hoy tiene la dicha de vivir tranquilamente en Estados Unidos.

"Estoy viviendo a 30 minutos de Miami, en un barrio exclusivo. Me cambió mucho la vida. Siempre he sido esforzado. Siempre he vivido solo, pero acá me cambió todo. Un día fui pobre y no tenía qué comer. Ahora la vida me está recompensando. Antes trabajé de nochero, en una bodega de pescados y en una tienda comercial", revela.

Finalmente, quien en Instagram sube diariamente contenido a su cuenta personal @bigbasti.elnumero1, detalla que hace poco fue llamado a la televisión estadounidense para contar su historia.

"Mi doctor me dijo que con suerte iba a volver a caminar.

Bastián Rubilar,, fisicoculturista