Gabriela Mistral: más allá de la maestra rural
Al cumplirse 64 años del fallecimiento de la poeta chilena y Premio Nobel de la Paz, editoriales develan parte de su pensamiento crítico y revolucionario.
Javiera Espinosa Pizarro
La figura de Gabriela Mistral es reconocida mundialmente por ser la primera mujer latinoamericana en ganar el premio Nobel de Literatura, en 1945. Sin embargo, en Chile se le ha desconocido parte transcendental de su vida política, espiritual y por sobre todo su pensamiento crítico.
Gladys González, poeta, gestora cultural y editora de Ediciones Libros del Cardo, se ha encargado de investigar parte de ese lado desconocido de Mistral y manifiesta que la figura despolitizada y maternal de "La maestra rural" "se instala con la dictadura, puesto que se necesitaba una imagen redentora de una madre que simboliza el apego, en un momento que las figuras de la maternidad, tal como ocurría en Argentina con Las Madres de la Plaza de Mayo, tenían que ver con la imagen de detenidos desaparecidos".
Así, al celebrar el centenario de su nacimiento, en 1989 se toma a la poeta nacional como símbolo de lo que el régimen quería que fueran las mujeres chilenas: modestas, asexuadas y respetuosas del orden social establecido.
Sin embargo, hay quienes se han encargado de desmitificar esta figura y hacerle justicia. La Editorial Universidad de Valparaíso publicó el 2017 "Pasión de enseñar", un libro que reúne parte de su pensamiento crítico a través de su prosa y correspondencia personal. "Nos recuerda que la educación, más que ciencia, es un arte y, por lo tanto, medirla sólo en cifras es reducir su dimensión estética", señala Ernesto Pfeiffer, uno de los editores de este ejemplar, quien expone que "el objetivo fue reunir el pensamiento pedagógico de Gabriela Mistral desde una universidad estatal y regional y demostrar su vigencia. Creemos que se debiera impulsar una reforma mistraliana a la educación en Chile tal como ella lo hizo en México. Ahora debiese ser su propio país el que aplique sus lecciones en el aula; ella dijo: Según sea la sala de clases, así será la nación entera".
Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga, se consideraba la intrusa de Chile. "Fue discriminada por no tener el título y recibió la indiferencia de la mayoría de los gobiernos de turno. Yo creo que en la actualidad sigue siendo esa 'intrusa' que es ignorada y cuyo pensamiento sigue siendo algo ajeno para la realidad de la educación en el país y creo que ese es un desafío muy importante, rescatar el pensamiento pedagógico de Mistral y devolverlo a la sala de clases", afirma.
Un lado desconocido
Ediciones Libros del Cardo, por su parte, publicó "Iniciática, astral y precursora" que viene a posicionar una figura desconocida de Mistral: su lado espiritual, teosófico, político y con una vinculación con la imagen y el cine.
Para Gladys González, editora, "faltaba por descubrir o sacar a la luz otros elementos, tanto de su personalidad como también de las acciones que ella desarrollaba".
En esta ruta por ejemplo, en "Iniciática, astral y precursora" existe un columna de opinión sobre la industria cinematográfica de la época: "La película enemiga", texto en el que la poeta apunta contra el estereotipo que se hace del mexicano, como una imagen cargada de odio e irresponsabilidad, pues para la poeta "el cine es, hoy por hoy, una especie de silabario universal en que todo leemos el mundo", destaca.
La editora cuenta que entre 1927 y 1933, la poeta publicó en la prensa diversas columnas que manifestaban su apoyo a la causa de César Augusto Sandino, líder de la revolución nicaragüense, en pro de una Latinoamérica libre y unida.
Esta editorial viene trabajando con Mistral desde sus inicios. El 2017 presentó "Cuentos y autobiografía", material inédito que la poeta había publicado en Colombia, y ahora prepara "Herbario Mistraliano" que aborda su relación con el reino vegetal y con la naturaleza, y "México, María Sabina y las experiencias que Mistral tuvo con las mujeres campesinas".
Legado místico
En la misma línea de "Iniciática, astral y precursora" se encuentra el proyecto Fondart de Breno Donoso Betanzo, sociólogo, escritor e investigador del legado espiritual de la poeta, "Los Esplendores", que consta de un ciclo de charlas sobre el legado místico y teosófico de la premio Nobel. Estas charlas buscan "conectar con las distintas personas interesadas en la obra, el legado y la vida de la poeta, con fines espirituales, educativos, porque hemos estado investigando la dimensión espiritual, no por un fetiche esotérico, sino porque en esa veta espiritual están las grandes ideas y pensamientos que ella planteó y plantea para la educación en Chile, para América Latina y el mundo".
Donoso expone que "este legado de Mistral es el menos conocido y quizás es uno de los más interesantes, porque posibilita a la educación como un vehículo más allá de la institución que se genera en los espacios cotidianos, pues siempre debe estar presente, uno siempre está educando al otro en una lógica de respeto. Todo esto se desprende de una doctrina filosófica, pero en el marco de amor y el respeto desde el lugar del maestro, sin jerarquía: el maestro escucha y aprende del alumno, como el alumno del maestro".
Para Donoso, esta parte es fundamental porque para él es desde aquí donde se desprende su pensamiento poético, estético y educacional, que ha sido invisibilizado en la imagen de "la maestra rural".
"Creemos que se debiera impulsar una reforma mistraliana a la educación en Chile tal como ella lo hizo en México.
Ernesto Pfeiffer
10 de enero de 1957 falleció en Nueva York Gabriela Mistral, 12 años después de ganar el Nobel de Literatura.