Trasplantes de córnea han bajado en pandemia: joven relata su caso
Hualpenino de 17 años recuperó la visión tras ser intervenido en el Hospital Regional. Urgen más donantes.
Para Luis Muñoz, de 17 años y que a los 13 había perdido la visión, poder ver por primera vez a su pequeño hermano, de 8 meses de edad, fue uno de los instantes más felices. Esto fue posible gracias al implante de córnea que le realizó un equipo de Oftalmología del Hospital Guillermo Grant Benavente, y que el joven recibió por adelantado como el mejor regalo de Navidad que pudiera esperar.
"Estoy feliz, pero tengo que acostumbrarme a ver. Cuando dejamos de ver lo hacemos con los ojos, pero el cerebro también se acostumbra a no ver. Ahora yo recobré la vista, pero mi cerebro todavía no entiende que ahora puedo ver. Entonces todavía no me adapto, es muy raro", explica al hospital al término de un control de rutina.
Cuando Luis Muñoz Vega tenía 13 años, quedó en evidencia una malformación de córnea que afectó ambos ojos y lo fue sumiendo en la oscuridad. "Primero veía desenfocado, cada vez más, hasta que dejé de ver, ya no podía caminar solo, necesitaba que me ayudaran en todo. Quedé ciego", cuenta.
Juan José Cárcamo, el médico que lo operó, dice que el adolescente fue afectado por queratocono, una patología degenerativa de la córnea no inflamatoria, caracterizada por una alteración en su forma, que se hace irregular.
Esta patología tiene diversos tratamientos, dependiendo de su nivel de gravedad. En su último estadio, el de la ceguera, requiere implante de córnea.
Este fue el caso de Luis, que cuatro años atrás inició el proceso de la patología y en poco tiempo derivó en ceguera. El primer síntoma fue visión desenfocada y esto fue en aumento. Iniciaron los tratamientos médicos y Luis fue ingresado a lista de espera de córnea.
En los últimos años, sin embargo, el número de donantes de órganos ha disminuido considerablemente; también ocurre que en ocasiones la familia acepta donar más de un órgano, pero declina hacerlo con las córneas. Sin embargo, cada vez que surge una donación son dos los pacientes que se benefician con un tejido ocular que no requiere estudios de compatibilidad: sirve para cualquier paciente.
Luis esperó durante años sin resultados, razón por la que su familia optó por adquirir una córnea en un banco de Estados Unidos. Este es un procedimiento cada vez más frecuente, legal, autorizado y validado por equipos clínicos y de salud en todo el mundo. Fue así como la esperanza se hizo realidad para este joven de Hualpén, llegó la córnea y fue trasplantada en el servicio de Oftalmología del Hospital Regional de Concepción.
Procedimiento
Juan José Cárcamo, médico responsable del procedimiento, dijo que con el de Luis el número de implantes llegó a 5 en el 2020, muy inferior a los 27 de 2019, cuando hubo mayor donación, también acceso a la importación del tejido, además de tiempos de relativa normalidad, sin la pandemia que ha obligado a restringir las cirugías.
Un implante de córnea no requiere hospitalización. Es un procedimiento ambulatorio, con paciente en domicilio al final de la jornada y retorna la mañana siguiente para su primer control. El proceso de recuperación es progresivo y conforme avanzan los días el paciente va viendo cada vez mejor. En el caso de Luis las circunstancias fueron más felices, ya que transcurridas dos horas pudo distinguir objetos con cierta claridad y al llegar a su casa vio, por primera vez, la cara de su hermanito de 8 meses, "lejos lo más lindo del día de mi operación", dice.
"Recobré la vista, pero mi cerebro todavía no entiende que ahora puedo ver. Entonces todavía no me adapto.
Luis Muñoz Vega