Trabajadoras de salud cuentan drama tras contraer covid-19
Penquistas que se recuperan de la enfermedad señalan que el virus no es cosa del pasado por lo que llaman a la población a ser prudentes y extremar el autocuidado.
Las cifras de contagios diarios suben a niveles alarmantes en los últimos días en la región del Biobío. En palabras de las autoridades, estos nuevos contagios son en gran medida producto de brotes familiares, visitas en las que "se relajan" las personas, lo que se traduce en no tomar las medidas de prevención necesarias. Esta situación genera sorpresa y molestia en quienes padecieron la enfermedad y ven que la gente no le toma el peso a la pandemia.
Una de ellas es Darling Hooper, quien expresó que "la gente aún piensa que todo esto es mentir, el virus existe y tendremos que aprender a convivir con él, pero la gente no hace mucho por seguir las reglas, todo lo contrario les lleva la contraria".
La técnico en enfermería (Tens) relató que en su caso, al contraer covid, sentía mucha fatiga, y a los días perdió el gusto, el olfato y tenía tos. "Me sentía súper cansada con congestión nasal y lo más extraño mi hija de 7 años empezó con fiebre nocturnas, y empecé a sospechar que podía ser covid, lo que finalmente se confirmó".
Agregó que su mayor miedo era contagiar a su familia "que fue lo paso con mi hija, me sentía súper culpable".
Por su parte María José González, también trabajadora de la salud, constó que ha tenido dos veces Covid. "La primera vez no fue tan difícil, pero la segunda quedé con dificultad respiratoria y disnea, dolores articulares y lo pasé horrible", sostuvo.
Por ello afirmó que le sorprende y da rabia ver a tanta gente en la calle, como si nada, insistiendo en la necesidad de respetar las medidas sanitarias.
"La enfermedad es bastante desagradable, siendo muy fatigante y con dolor de cuerpo", aseguró por su parte Francisca Cid, quien también tenía la preocupación de no contagiar a su pequeño hijo. Por lo mismo, y ante el alza de casos activos en la región, la joven tens llamó a que "seamos más empáticos unos con otros, ya que si no se ha contagiado no quiere decir que no lo hará en el futuro", concluyó.
En coma
Un caso extremo fue el de Pablo Lillo, quien viajó desde España escapando de la pandemia y se contagió en pleno vuelo. El oriundo de San Pedro de la Paz pasó cerca de un mes en coma inducido, perdiendo casi el 40% de su masa muscular. La recuperación, sostuvo, es a un año plazo.
"Me cuesta caminar, estoy tres días a la semana con kinesioterapia muscular y los otros dos hago respiratorio para recuperar mi capacidad muscular. Me cuesta concentrarme, en la planta de la clínica estuve con logopeda y fonoaudiólogo", relató.
El sampedrino señaló que es una experiencia que no se la desea a nadie y que por eso es tan relevante el autocuidado.
"La gente piensa que esto es mentira, el virus existe y tenemos que aprender a convivir con él.
Darling Hooper, Tens