Con silbato y en triciclo vende más de 100 kilos de pan al día
Chorero Hernán Muñoz recorre las calles de diversos sectores de Talcahuano, llevando pan calentito a los hogares.
Pese a que el viento golpeó con fuerza ayer durante gran parte del día, y a la lluvia que a ratos cayó en las calles de Talcahuano, no fueron impedimentos para que Hernán Muñoz saliera a su tradicional recorrido manejando su triciclo, y llevara el pan recién sacado del horno a cientos de familias de diversos sectores de la comuna puerto.
Una labor que el chorero realiza sagradamente y casi todos los días desde hace casi cuatro décadas, en una verdadera "panadería ambulante", volviéndose todo un clásico en las calles de los sectores Las Salinas, Higueras, y Huachicoop, entre otros.
"El único día que no trabajo es el sábado, el resto salgo todos los días. Desde el año 80 que reparto pan en el triciclo, con mi silbato y el triciclo, esas son mis herramientas de trabajo", cuenta Hernán, con el carrito recién cargado con sus primeros 50 kilos del día durante la mañana, justo antes de salir a su primer reparto desde la Panadería El Rosario, ubicada en calle Almirante Neff esquina Los Notros, en el sector Las Salinas.
"En la mañana salgo con 50 kilos, y en la tarde después de las 3, otros 50. Ya la gente me conoce, tengo mi clientela, y ahora con la pandemia ha aumentado, porque como la gente no puede salir, yo les llevo el pan a la puerta de su casa", dice contento, envuelto en el olor a pancito caliente, irresistible para quien escribe esta nota, y para cualquiera que se acerque al amarillo inconfundible de su triciclo.
Ya no quedan
Antaño era tradicional ver a vendedores llevar el pan a las casas, pero hoy es algo que ya no queda, lo que realza el valor de la pega de don Hernán, quien a sus 62 años sigue firme repartiendo las marraquetas crujientes, hallullas, acompañadas de berlines y alfajores.
Hernán dice sentir puro orgullo por su trabajo. "Me ha dado todo lo que tengo, mi hija que es profesora, mi hijo, mi esposa, gracias a este trabajo he logrado tener lo que tengo. Y he visto pasar generaciones repartiendo el pan, niños que ahora son padres, o tienen nietos", repasa el chorero del sector Villa San Martín.
Nardy Prosser, dueña de la panadería El Rosario, resalta la pasión por el trabajo que siempre ha mostrado Hernán, y que cuarenta años después, continúa realizando. "Esto es algo que ya no se ve, él se ha dedicado toda la vida a esto, antes trabajaba con mi esposo. Teníamos la panadería en el sector Higueras, Panadería Higueras se llamaba, pero ya desde hace doce años estamos acá y el siguió trabajando con nosotros, siempre al pie del cañón. Es trabajador y empeñoso", recalca Nardy, destacando que incluso ahora su labor es más importante en medio de la crisis sanitaria. "Él tiene su clientela, y ahora con el tema de la pandemia ha aumentado, porque como la gente no puede salir, el lleva el pan calentito a la misma casa", expresó.
"Ahora con la cuarentena tengo mi permiso para poder trabajar, pero esto lo hago hace 40 años".
Hérnán Muñoz.
"Su trabajo es más importante ahora, porque como la gente no puede salir, el lleva el pan a las casas".
Nardy Prosser, dueña, Panadería El Rosario.