Trabajadores relatan complejos días sin pega en la construcción
Pese al escenario negativo, rescatan el tiempo pasado con sus familias, en el cual han retomado viejas tradiciones.
Cerca de 120 proyectos se encuentran detenidos producto de las cuarentenas decretadas en la zona, la que dejan un saldo de cerca de 20 mil personas desempleadas, muchos de ellos presentando problemas para financiar sus gastos familiares, situación agudizada con la proximidad del fin de mes y el pago de cuentas asociado a la fecha.
Ni pitutos puedo hacer
Sergio Ramírez es un trabajador de la construcción de 24 años de edad cuyo último empleo fue en junio pasado "arreglando algunos techos en Nonguén. Después no me ha llamado nadie más y la verdad es que ya me está desesperando la situación".
El joven agrega que ha logrado arreglárselas con el Seguro de Cesantía, pero que con eso no alcanza para solventar todos los gastos de la casa que comparte con sus padres.
"Por suerte vivo con mis papás y entre los tres, más mi hermano logramos parar la olla, pero siempre quedamos cortos", confesó.
Dice que tiene en carpeta alguna opción, pero con la cuarentena es todo bastante incierto, por lo que solo "me queda confiar en Dios", aseguró
"Volví a jugar Brisca"
Ramón Fuentes, maestro pintor con casi 35 años de experiencia en el rubro y que hoy se encuentra sin trabajo producto de la pandemia.
Cuenta que su oficio se divide por "partidas", donde cada una de estas significa una labor en especial, por ejemplo "con mi cuadrilla pintamos todas las casas de un condominio camino a Coronel y esa es una partida. Después nos movemos a otro en San Pedro de la Paz, o donde nos contraten y así nos vamos moviendo de un lugar a otro".
Dice que su último trabajo fue en un proyecto en la ruta que une San Pedro de la Paz y Coronel, donde alcanzaron a terminar lo que les solicitaron y que después llegó el decreto de cuarentena, pero "que una vez se levante la prohibición tenemos pega para un par de meses más al menos".
Cuenta que estas semanas las ha aprovechado en casa, "cambiando y reparando algunas repisas que tenía viejas y que les hacía falta una manito de gato". Agrega que también ha estado compartiendo más con su familia, donde retomaron el pasatiempo de jugar Escoba y Brisca.
Otro de los que se encuentra sin trabajo, pero "temporalmente, eso si", aclara inmediatamente Héctor Jara, capataz de cuadrilla quien en sus 40 años en el oficio cuenta que está a la espera de "volver a trabajar junto a mi gente. Son más o menos 40 los hombres que trabajan conmigo y una vez se levante la prohibición nos ponemos a trabajar".
Dice que estas semanas, en las que se encuentra con licencia médica se la ha pasado en casa recuperándose de su dolencia, "además que ahora no es mucho lo que se puede salir, así que mejor me cuido que es lo más importante en estos días", sostiene Jara.
Dice además que ha estado en contacto permanente junto a colegas y amigos monitoreando la situación laboral, la que define como "difícil porque todos este año hemos estado a media máquina, porque cuesta que llegue material, los recursos se han ido para otros lados igual".
Dice que por suerte, él junto a su cuadrilla tienen siempre llamados de empresas, quienes confían en su experiencia y responsabilidad.
"Está complicado el trabajo, porque no llegan materiales y hemos estado a media máquina.
Héctor Jara, capataz de la construcción