Nicolás Labra G.

Con dos bajas viaja hoy a Brasil el plantel de Colo Colo para enfrentar mañana a Athletico Paranaense por la Copa Libertadores. Esteban Paredes, capitán y clave en la ofensiva, y Julio Barroso, quien había recuperado la titularidad en la zaga, no estarán disponibles, ambos por problemas físicos tras el último duelo.

"Es una lesión que arrastra en el aductor desde hace tiempo, después de una serie de partidos lo resienten y tenemos que cuidarlo para que no se produzca algo más grave. Estamos cuidando los detalles", dijo el DT Gualberto Jara sobre el delantero. En el caso del "Almirante", sufre molestias en la zona abdominal del psoas.

Aunque no habló del zaguero, Jara sí profundizó sobre lo que significa la ausencia del veterano goleador: "No está en plenitud física, no se ha recuperado bien (...) Indudablemente que nos resta por lo que aporta Esteban, lo que significa, sus goles, su ascendencia dentro del equipo. No hay dudas, pero confiamos en los compañeros que están esperando una oportunidad".

En ese sentido, es el ex acerero Javier Parraguez quien corre con ventaja para ser el reemplazante del "Tanque", por sobre el argentino Nicolás Blandi, de pobre rendimiento hasta el momento. En la defensa, se repetiría la dupla que jugó en el Monumental ante Peñarol, con Felipe Campos y Juan Manuel Insaurralde.

Sin esconderse

Jara destacó que es clave intentar rescatar un punto en Brasil, tras asegurar la victoria en casa ante Paranaense y Peñarol. Para ello, dice, no saldrán a especular. "Nuestra intención no va a ser ir a defendernos, trataremos de hacer nuestro juego y defender lejos de nuestro arco. Quitarle el balón y de ahí trabajar el partido", señaló.

Sobre lo que esperan del rival, líder del grupo por diferencia de goles tras derrotar como visita al Jorge Wilstermann, detalló que imaginan "un fútbol ofensivo, laterales muy adelantados, tratando siempre de jugar en campo rival. Buen trato de balón, mucha posesión. Vamos a tratar de pararnos bien, quitarles el control. Y en base a eso tratar de hacer nuestro juego".

Quince días después de ser descalificado en el US Open en Estados Unidos, Novak Djokovic (N°1 del ATP) tuvo motivos de sobrar para celebrar ayer. Nole derrotó 7-5 y 6-3 al argentino Diego Schwartzman (15°) para consagrarse campeón del Masters 1000 de Roma por quinta ocasión. También dejó atrás a Peter Sampras para quedar segundo con más semanas como número uno del ranking, al llegar a las 287, solo detrás de las 310 de Roger Federer.

Además, la victoria a seis días del inicio de Roland Garros en Francia le significó su cetro número 36 de la serie Masters 1000, con lo que aventaja por uno a Rafael Nadal en la tabla histórica.

Djokovic quedó con una marca de 31-1 este año y su única derrota fue ante Pablo Carreño Busta en los octavos de final del US Open, partido en el que le propinó un pelotazo en el cuello a una jueza de línea, en un arrebato que provocó su descalificación.

Ante Schwartzman, presente por primera vez en la final de un Masters 1000, Djokovic revirtió un 3-0 en el primer set y acabó domando al tenaz argentino, llevándose 12 de los últimos 14 puntos. En el segundo set, y merced a otro quiebre, Djokovic cerró la final con su saque. "Ahora voy por Roland Garros", dijo tras su título 81.