La Contraloría General de la República formuló cargos en contra de siete generales activos del Alto Mando de Carabineros por su eventual responsabilidad en los procedimientos desarrollados durante el estallido sociall del año pasado.

Según detalló radio BíoBío, se trata del general inspector, Ricardo Yañez (director nacional de Orden y Seguridad), los generales inspectores Jorge Valenzuela (director nacional de Apoyo a las Operaciones Policiales) y Mauricio Rodríguez (jefe de la Zona Metropolitana), Enrique Bassaletti (jefe de Zona Santiago Este), Enrique Monrás (jefe de Zona Santiago Oeste), Hugo Zenteno (Jefe V Zona Valparaíso) y Jean Camus (director de logística).

En un comunicado, Carabineros respondió que aportará la información, sin embargo, recordó que el contexto del 18 de octubre del año pasado "fue de extrema violencia. Ello significó una alta exigencia y, por consecuencia, una demanda sin precedentes sobre los medios humanos y logísticos que contaba la institución".

Jorge Reyes Patuelli

Tras una investigación de más de tres meses, la Policía de Investigaciones incautó medio centenar de armas de fuego en la comuna de Pudahuel, logrando también la detención de dos personas que mantenían pistolas automáticas y semiautomáticas en varias casas del sector.

La incautación liderada por la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI se llevó a cabo en una vivienda en la villa Los Pinos. Según el subprefecto Claudio González, de la Bicrim de Pudahuel, se encontraron "armas de alto poder de fuego".

Estas eran pistolas de fogueo, revolver y subametralladoras. En el lugar trabajaba una especie de "armero" que modificaba con herramientas como taladros, el cañon y el cargador de las pistolas, dejándolas habilitadas para disparos más potentes, de 9 milímetros.

"Tanto el origen como la distribución lo estamos investigando. Sin duda tenían como fin vendérselas a delincuentes de la Región Metropolitana", sostuvo el subprefecto González.

El persecutor Daniel Contreras, de la fiscalía de Pudahuel, detalló que 24 de estas armas estaban adaptadas para ráfagas. "Son las denominadas 'balas locas' que han dañado a niños y adultos que no tienen nada que ver", lamentó.

"Se quitaron del mercado delictual. Es un duro golpe a la delincuencia", agregó.

Respecto a cómo operaba la organización, el fiscal dijo que "las organizaciones criminales o clanes familiares no están distinguiendo mucho respecto del rubro que se encuentran realizando. Ellos básicamente funcionan como un holding de delitos".

Junto con la incautación de este armamento, también se encontraron droga como marihuana y dosificadores.

"El día de hoy tenemos 50 armas de fuegos recuperadas, sacadas del mercado, de las bandas criminales, sacadas de eventualmente personas que quieran cometer cualquier tipo de delito con este armamento", sostuvo el fiscal.

Según el persecutor, "para lo que va del año, creemos que es la incautación más grande que se ha logrado en este tipo de armas y estamos muy contentos".

En una nueva conmemoración por el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, el Presidente Sebastián Piñera reflexionó ayer sobre las consecuencias de este hecho que instauró una dictadura durante casi dos décadas. "Hace 47 años, los chilenos perdimos nuestra democracia. Sin duda hasta hoy persisten distintas visiones e interpretaciones respecto a las causas que provocaron el quiebre", dijo. "Fue una dura derrota, un fracaso de toda una sociedad", agregó. El Mandatario, que estaba acompañado por su comité político en La Moneda, señaló que "tres de cuatro chilenos no había nacido el 11 de septiembre de 1973. Los que sí vivimos ese periodo tenemos la obligación de recordar para aprender y mirar al futuro. Una casa dividida no puede prevalecer, un país dividido no puede avanzar".