La pandemia deja en "stand by" la venta de trajes dieciocheros
Quienes confeccionan dan por perdido el año. Mientras que volantineros ven que el interés no se ha perdido.
Las Fiestas Patrias es una celebración que muchos emprendedores esperan con ansias para comercializar sus productos. Desde la confección del clásico vestuario folclórico, pasando por los volantines hasta la tradicional música que acompaña las celebraciones.
Hoy, debido a la pandemia, todo está detenido y esperando que en 2021 se retome con todo las actividades.
Baja en vestuario
La tradicional vestimenta para el Dieciocho es una de las más afectadas con la crisis sanitaria. A la baja posibilidad de buscar insumos a Santiago o el lento despacho desde la capital, se suman el no poder realizar los trajes a la medida por seguridad.
Lorena Macaya tuvo que reinventarse. "Me dedico a dos cosas: cortinajes y vestidos de huasa. Me he tenido que dar vuelta con lo primero. De los trajes, solo consultas y nada concreto", relata.
Añade que "va a llegar trabajo, pero estoy en un grupo de modistas y costureras de Chile y ahí se comenta qué vamos a hacer para el 18, que es una época fuerte para nosotras, y la mayoría no hará nada, porque demanda una inversión para nosotras en lo que es comprar materiales, insumos, los envíos de Santiago están lentos. Además, la gente no podrá comprar como antes cuando se venía a tomar las medidas. Se complica todo, porque las niñas se quieren probar sus vestidos. Por lo menos yo no puedo recibir personas en mi taller".
"Este año ya lo damos por perdido. Era una buena entrada, yo vendía mucho en este tiempo. Por eso ya lo descarté porque no puedo invertir lo poco que me está entrando para arriesgar en algo. Quizás la gente compre, pues han celebrado todo, pero representa un riesgo económico para nosotros hacerlo. Habrá que esperar hasta el próximo año", sentencia.
Situación similar describe Natalia Rojas de Salem Confecciones. "Ha estado malísimo. Estamos con la guardia baja, con mucha pena, porque a nosotros nos iba bien todos los años con los trajes folclóricos", dice.
Según cuenta, las personas consultan por trajes, pero para utilizar en casa. En ese sentido, el público hoy son los niños. "El problema es que no sabemos cómo le podemos hacer llegar un vestido a una niña sin la necesidad de probárselo. Si le queda chico, no me lo puede devolver porque hay que sanitizarlo", indica, comentando que las pérdidas son enormes.
Es por ello que se han reinventado, confeccionando mascarillas, ropa industrial y de seguridad. Además, "nos compramos una bordadora grande y estamos entregando el servicio de bordado para las empresas y cualquier persona que lo requiera".
José Molina es un sastre que se enfoca en la confección de trajes de huaso. Sin embargo, desde febrero se encuentra sin trabajo. Septiembre dejó de ser el mes que podría haber sido su salvavidas. "Estoy stand by, porque dónde compro insumos. Tampoco puedo tomar las medidas, así que estamos detenidos", señala, añadiendo que "poca gente me ha preguntado por los trajes".
Los volantines
A esta fecha, ya tenía más de 20 mil volantines hechos, pero Gustavo Berríos solo lleva mil. Con más de 40 años en el oficio, relató que "este año dije que no iba a hacer volantines, porque no es un artículo de primera necesidad. Lo más probable es que el municipio no me dé el permiso para hacerlo, no lo he intentado todavía. Sin embargo, hay mucha gente que me está pidiendo. La gente quiere elevar volantines, salir, hacerlo en su casa".
Así que se puso en campaña y destinó un lugar en su casa para poder armarlos. "Estoy haciendo a pedido. Tengo ahora más de mil pedidos, pero es muy por debajo de lo que hacía antes, que partía mayo. Ahora los haré con el material que me sobró del año pasado, pues no he podido viajar a Santiago a comprar las cosas para hacerlos", cuenta, aunque no descarta pedir un salvoconducto para ir a la capital si los pedidos siguen aumentando, así como también colocarse en la Autopista Concepción-Talcahuano con sus creaciones, las cuales, por ahora, se pueden solicitar a través de su Facebook Volantines Talcahuano.
"Tengo un sistema para hacer entre 500 a 800 volantines diarios, así que podría hacerlos si me siguen pidiendo", señala.
Desde Club Águila Negro Volantinero cuentan que "todos los artesanos comienzan a fabricar sus volantines en los meses de marzo a julio y sus ventas son entre agosto y septiembre". Con relación a cómo se presentará este año la venta, indican que "a estas alturas del año ya no puedes conseguir material para confeccionar un volantín". Eso sí, aclara que "las ventas han sido muy buenas en comparación a años anteriores. He vendido en lo que va del mes de agosto ya la mitad de mi producción para este año y siguen saliendo pedidos".
Música
La cueca solo será envasada este "18". El artista de Talcahuano, José Cabezas se paseaba por diferentes fondas y ramadas, así como eventos dieciocheros. Este 2020, deberá colgar la guitarra. Aunque, confiesa, "lo veo como una oportunidad para estar en familia, con los más cercanos". De todas maneras, espera que la pandemia se acabe luego para retomar sus eventos.
"Afectará mucho a nuestro equipo de trabajo", comenta, agregando que seguirá comprometido con el folclor y el llevarlo a todas partes.
"La gente no podrá comprar como antes cuando se venía a tomar las medidas".
Lorena Macaya,, confecciona trajes a la medida