Manuel Muñoz González

Ya no sólo filas en el Registro Civil, bancos o SII se han visto por estos días en el centro de Concepción, sino que el fenómeno se ha extendido a todo el comercio establecido.

Sobre esto último, ha llamado la atención que entidades que no son de primera necesidad también concentren alto interés.

El sociólogo de la Universidad San Sebastián, Luis Silva, comentó que el fenómeno se puede dar por varias razones, y recomendó ser cauteloso a la hora de emitir juicios sobre quienes se agolpan en las tiendas.

"Es altamente probable que ninguna persona haya vivido una pandemia anteriormente, lo que indicaría la carencia de mecanismos y protocolos de acción instalados previamente en los sujetos como práctica cotidiana", dijo.

Una segunda explicación, añade, "se debe a que las oportunidades son asimétricas y frente a la disponibilidad de recursos, muchos sujetos aumentan la adquisición de bienes o servicios, otrora privativos para su bolsillo, situación que conlleva un aprovechamiento de las ofertas que brinda el mercado".

Y agregó un tercer factor, relacionado con aquellas personas que han cesado en sus funciones, y que se han volcado al comercio para generar algún emprendimiento, donde subyace la lógica de la "subsistencia".

"Frente a este tipo de escenarios, lo recomendable, antes de pensar que existen incoherencias en el actuar social, es recordar que un porcentaje no menor de los hogares chilenos se ha visto afectado en lo económico y, por lo tanto, ha tenido que generar estrategias de sobrevivencia, lo que, por cierto, también puede incluir la mejora o mantención de un nivel de calidad de vida digno. De esta forma, si usted ve que alguien compra un televisor en estos días, no le juzgue, porque lo que para usted puede ser fácil de adquirir, para otros puede ser parte de sus sueños. Es una responsabilidad cívica imperativa educarnos para reducir los riesgos, pero también es fundamental empatizar con quienes son distintos a usted o a mí para mejorar la salud mental de todos", recomienda.