Almacenes de barrio tomecinos no decaen
Los negocios dedicados al turismo y gastronomía son los más afectados.
Ante la paralización de actividades turísticas y gastronómicas, los almacenes de barrio han tenido un repunte en los últimos meses.
El presidente de la Cámara de Comercio de Tomé, José Mardones, señaló que "estamos complicados al igual que el resto del país, pero comparativamente y en excepción de quienes han tenido que cerrar, los supermercados se han mantenido, las farmacias, y todo lo que tiene que ver con los negocios de barrio".
Patricio Maldonado, dueño de "Maldonals" e hijo de la dueña del supermercado Merida, cuenta que ha visto un repunte en las últimas semanas, tras la incertidumbre de marzo y abril.
"Costó el primer mes y medio. Ahora estamos en una etapa en la que se ha normalizado un poco, en estos momentos estamos en un 80%, pero en su momento estuvimos rondando las pérdidas".
Cuenta que su restorán de comida rápida, debió reinventarse vendiendo por delivery o por retiro en local, "costó al principio que la gente se acostumbrara al sistema, pero estamos en una ubicación buena, así que no me quejo", aseguró.
Quien no lo está pasando bien es Alex Retamal, dueño del pub Kanguru y restorán Arrebol. Cuenta que en Arrebol invirtió cerca de $100 millones hace un año, por lo que justo en el momento en el que comenzaba a capitalizar, la pandemia impidió su progreso dejando a cerca de 50 personas con los ingresos del seguro de cesantía.
"Esta pandemia nos pegó fuertísimo. Había invertido 90 palos, empezando en marzo de 2019 y paramos justo en marzo de 2020 y recién pagando deudas, empezando a capitalizar y tuvimos que parar, yéndose todo a las pailas. Además los chiquillos con los que trabajo quedaron sin pega, sumando a los dos locales, cerca de 50 personas".
Asegura que las ayudas de Gobierno no han sido las idóneas, pese a lograr acceder a créditos Fogape. "Nos han ayudado a palear algunos gastos, pero cuando partamos ya vamos a partir encalillado", sostiene.
Esta situación se replica en Dichato, donde la presidenta de la Cámara de Comercio local, Cristal Ortega, declaró que no solo las áreas del turismo y la gastronomía se están viendo afectadas, sino que toda la cadena productiva de la localidad, que depende, en gran medida, de los sectores mencionados. "Pongo como ejemplo a los pescadores (...) ahora no tienen a quien venderle". Ortega agregó que se necesita ayuda para todos los locales que desde marzo no han podido trabajar, quienes al día de hoy, arrastran importantes deudas producto de los gastos básicos en los que incurren.
100 millones había invertido un comerciante y cuando empezaba a capitalizar llegó el Covid.
4.500 habitantes, aproximadamente, tiene Dichato, una de las zonas más afectadas.