Historias de delivery: reparto en familia, con humor y buen GPS
Tres penquistas relatan sus experiencias en torno al reparto a domicilio, cómo evitan perderse y diseñan sus rutas.
Pese a ser una crisis sanitaria, algunos han sacado lo mejor de sí para seguir adelante. No son pocos los que se han reinventado, siendo el reparto uno de sus sellos.
Sale en familia
Walter Manazets es padre y madre de tres niños. Además, estilista hace casi 20 años. No obstante, la falta de clientes y el tener que mantener a su familia lo hizo buscar nuevas alternativas. Bajó la aplicación Pedidos Ya, la cual no solo le permite generar recursos, sino que también poder incluir a sus hijos.
"El rubro está lento, así que entré al delivery. Aparte de entrar a las aplicaciones, estoy a cargo de mis hijos, el mayor tiene autismo. Estoy con todo el ánimo y las ganas de salir adelante, porque en el lugar que estoy no tengo beneficios, no recibo nada, ningún bono. Así que tengo que trabajar en peluquería (en su salón en Freire 47), en las aplicaciones", relata.
Cada día, Walter sale a trabajar con sus tres hijos. "No puedo dejarlos con nadie, así que me los llevo con todas las medidas de seguridad", señala, añadiendo que reparte desde pizzas a remedios, pasando por pedidos de supermercado.
Esta app le permite movilizarse con sus retoños, ya que "eso busco, un trabajo para estar con ellos, porque no puedo pretender hacer otra cosa, porque toda mi vida he estado con mis hijos. La peluquería me permite eso y este trabajo me vino calzado. Mi libertad si no es con ellos, no es libertad".
El peluquero asegura que este mundo es todo nuevo, pero afortunadamente le ha ido bien. Para movilizarse, ocupa las aplicaciones de navegación y GPs que le permiten no perderse. "Nosotros no tenemos contacto directo con las personas, si no que la app me dirige donde está el producto para luego ir al cliente", cuenta, añadiendo que "es pan de cada día perderse, porque a veces el GPs se dice una parte y es en el otro lado".
Vino a casa
En mayo pasado, Andrés Marchant fue despedido. No se quedó de brazos cruzados y decidió emprender con "Vino a ti", un reparto de vino a la casa que él mismo hace. "En enero fui un fin de semana con mi señora a Guarilihue. Hicimos un paseo por las viñas del sector y me llamó la atención una viña por su tipo de producción, de muy buena calidad, pero no se preocupaban de las ventas. No se vendía en Conce. Quedé con el bichito de poder comercializar con su dueño, Fabián Mora. Le propuse comercializar los vinos acá. Me regaló un pack e hice un focus group y empezamos a trabajar. Ahora hago delivery desde los viernes en Concepción, San Pedro y Talcahuano", resume el repartidor que va a buscar el vino a la cava misma.
Creó una página de Instagram y Facebook y no ha parado de repartir. "Les mando la carta y el viernes se los paso a dejar con todas las medidas de seguridad", relata Marchant, que utiliza aplicaciones como Google Maps para orientarse.
Además, cuenta que "uno de los problemas que tenía al principio era la ruta. No la tenía bien organizada y hacía más gastos. Pero ahora la optimicé y por eso reparto dos días a la semana y organizo por zona y sale a cuenta".
Reparto con humor
Doris Agurto es psicóloga y también standupera con su personaje "La Wonderlady", el mismo que ahora da nombre a su emprendimiento, que ella misma reparte a domicilio."Me ha ido bien. La pyme es de frutos secos y semillas. Todo lo que es alimento. Es comida y comedia porque personalizo las etiquetas. Como el ají merkén en el que pongo: 'Cuidado, esto te pone picante'. También vendo pack y tengo otro lado el de dulces y golosinas, con cosas novedosas", detalla.
Entrega todo en un plazo máximo de 24 horas. "Nunca había hecho reparto, pero hay de todo. Ha sido divertido sí, porque a todo le veo el lado de la comedia, porque cuando vas a repartir, la gente te está esperando con el alcohol gel y casi que te lo tira en los ojos. Hay otra gente que te invita a tomar algo o te quiere abrazar, porque me reconoce en las redes sociales", comenta.
Para no perderse, Doris usa Google Maps. Confiesa que solo se ha pasado un par de calles cuando va a una dirección, pero "hay algunas que son súper complicadas, pero siempre pido referencias, pues la app a veces no reconoce el lugar", asegura.
Si desconfía de un lugar, la emprendedora prefiere ir acompañada y tomar sus resguardo. "Siempre busco las direcciones antes", dice, añadiendo que por ahora pueden buscarla en redes sociales por su nombre o "La Wonder Lady" para comprar.
"Es pan de cada día perderse, porque a veces el gps se dice una parte y es en el otro lado".
Walter Manazets,, repartidor en Pedidos Ya