Míticos locales se reinventan con la comida a la casa
Casa de Salud tenía su foco en la música y ahora potencia su lado gastronómico con "No estamos fritos". El Rincón Criollo lleva parrilladas y picarones en delivery.
Mientras varios locales de Concepción decidieron bajar completamente la cortina a causa de la pandemia, otros decidieron hacer suya la palabra "reinvención" y con ello mantener a flote sus marcas.
De la música a la mesa
Casa de Salud era parte de los destinos nocturno en el Gran Concepción. Su edificio, con diversas salas con nombres hospitalarios y cargados de diversos ritmos, albergaban una escena musical potente. Hoy, el lugar potencia el lado gastronómico a través de "No estamos fritos".
Germán Estrada, su dueño, revela que "siempre hemos vendido comida. Esta es la base del menú que tenemos, pero quisimos levantar el proyecto, mejorarlo y poder incorporar a parte del personal que está sin trabajo y además potenciar un área que estuvo siempre en segundo plano. No era nuestra principal atención la cocina, nosotros nos dedicamos a la música principalmente, pero siempre hemos vendido comida súper rica. Pensamos que teníamos la autoridad para mejorarnos para un futuro y tener todo el área de la cocina, por un lado. Y por otro generar un servicio y brindar un trabajo para los cabros".
Un menú amplio, que incluye comida casera como pescado frito con papas fritas, lasaña (con versión vegetariana), pulmay, chorrillanas, ceviches y empanadas y un sinfín de exquisiteces dulces como tortas y postres.
"La recepción de la gente ha sido buena. Estamos contentísimos del apoyo que hemos tenido. La gente quiere harto la Casa de Salud... de partida ha habido una intención de hacer las cosas con calidad y con súper buenos precios. Trabajamos con un servicio de delivery propio del lugar, apoyamos el trabajo de nuestros cabros que están dedicado a eso", dijo, añadiendo que al igual que la Bodeguita de Nicanor que sigue con la Esquinita de Nicanor, "los locales que teníamos implementados estos sistemas de servicio de comidas, en nuestro caso nos hemos dedicado a mejorarlo, a ampliar la oferta, a agregar productos locales", comenta.
PArrilladas a la casa
Como a cualquier emprendedor, pensó en cerrar. Sin embargo, Alejandro Ávila, dueño del Rincón Criollo decidió llevar sus parrilladas y onces criollas hasta los hogares a través del delivery.
De esta manera, dejó cerrado el local de Valle Nonguén y dejó como lugar de trabajo estratégico el que estaba ubicado en la zona de restaurantes del Casino Marina del Sol, que les congeló el cobro del arriendo.
Según cuenta, "se quedaron dos niños trabajando conmigo y la verdad es que entre ellos comenzamos a trabajar todas las semanas, como haciendo patria. Yo soy uno de los dueños y me ha tocado liderar esto: cocino, manejo, hago las compras, entrego también. Hacemos todos. Igual conservando las distancias, es pesadísimo. Más pesado que antes".
Durante la semana, trabajan tres personas y entre viernes y domingo suman seis. Ahora gracias a las redes sociales la gente, cuenta, "se ha acordado de nosotros. Hoy queremos que el público sepa que estamos aún viviendo. Ha sido complicado. En cuanto a ventas, nosotros estamos marcando un 8% de nuestras ventas normales".
Añade Ávila que "básicamente hoy el delivery es para no despedir a nuestros 32 trabajadores, que están con el seguro de cesantía. Están suspendidos, pero las cotizaciones hay que pagarlas igual. Tenemos que juntar un par de millones al mes para pagar cotizaciones. Fue una decisión que venía de la mano, no haberlos despedido era ver automáticamente qué hacer para no despedirlos y qué hacíamos para seguir trabajando con el lugar".
Mientras espera el regreso, Alejandro señala que tienen el 90% de la carta, como las parrilladas, empanadas, sopaipillas y picarones, entre otros.
"Todos los días nos llama gente, aunque sea poquitito. El miércoles entregamos tres onces criollas en todo el día, son 20 luquitas, pero todo suma", confidencia.
Sobre el cómo entregar parrilladas a domicilio, revela que le dio varias vueltas hasta que dio en el clavo. "Llegamos a tener un packaging bastante entretenido. Las parrilladas van en dos bowls que llegan con buena temperatura a la casa, en una caja grande va la parrillada, las sopaipillas, las ensaladas, el chancho en piedra. Todo completo en una cajita. Es la misma calidad y porciones que teníamos en el valle, no hay una modificación ni son más chicas", detalla.
"La recepción de la gente ha sido buena. Estamos contentísimos del apoyo".
Germán Estrada, Casa deSalud