Teletrabajo y productividad
El teletrabajo ha representado un desafío para todos. La meta sigue siendo la productividad, cumplir con las entregas y responsabilidades asignadas, en el mismo tiempo que ocupábamos en nuestros lugares de trabajo.
Si bien es cierto lo expuesto anteriormente sería la situación ideal, el hecho de trabajar desde la casa tiene desafíos implícitos como las condiciones, la diversidad de roles que se cumplen en el hogar y las distracciones propias de una casa, entre otras.
Son muchas las barreras que nos pueden impedir alcanzar la tan anhelada productividad, sin embargo, podemos implementar acciones específicas que nos pueden ayudar a no perder el foco y avanzar en nuestras actividades, tales como:
-Identificar áreas de trabajo. Dependiendo de las condiciones se pueden definir una o dos áreas de trabajo. Lo importante es que en dichas áreas se tengan la concentración y condiciones para poder llevar a cabo las tareas.
-Definir un horario de trabajo: en primer lugar, identificar las actividades periódicas que se pueden planificar, tales como reuniones y atención a clientes, entre otras.
-Establecer un horario de inicio y fin de la jornada. También definir el horario de colación y en ese lapso desconectarse de los temas laborales.
-Incorporar en el horario de trabajo 30 minutos de pausas de desconexión, por ejemplo, por cada 90 minutos, desconectarse 30. Eso traerá beneficios para la postura, relación con las personas que le rodean y en la concentración para realizar las tareas.
-Al iniciar la semana, establecer metas. Realizar la misma actividad para cada día.
Por último, planificar actividades personales y familiares para el tiempo fuera del horario laboral (juegos de mesa, noches de películas, manualidades, cursos de interés personal, ente otros).
Esto permite tener un equilibrio entre los distintos roles y a su vez ayuda a mantener el grado de bienestar físico, mental y social que todos necesitamos.