Penquista relata drama: covid-19 lo dejó sin pega y viviendo en una carpa
Joven de Concepción fue desvinculado de una salmonera en el extremo sur. Como no podía seguir pagando arriendo tuvo que dormir bajo precario techo.
Temperaturas de hasta cinco grados bajo cero soportó en Punta Arenas una pareja de jóvenes, de 20 y 21 años de edad, quienes quedaron sin trabajo a raíz de la pandemia. Mauricio, oriundo de Concepción, es uno de ellos y cuenta que la crisis sanitaria afectó a la empresa en la que prestaba servicios desde mediados del año pasado, siendo despedidos tanto él como Belén, su pareja.
"Me dijeron que acá pagaban bien y había más oportunidades, porque por allá (Concepción) estaba más o menos la cosa, por eso me vine. Pasaron los meses, conocí a mi pareja por estos lados y después en abril supimos que iban a despedir gente y lamentablemente estábamos en ese listado", añadió el trabajador.
Explicó que en la salmonera donde trabajaba, ubicada en la comuna de Porvenir (Provincia de Tierra del Fuego), dieron prioridad a los residentes de la comuna para mantener sus trabajos, y como tanto él como Belén (oriunda de Puerto Montt), no cumplían con esa condición, era previsible que quedaran cesantes.
Con esa posibilidad en mente, dijo que empezaron a juntar algo de dinero, el que esperaban aumentara de manera importante con el finiquito, cosa que finalmente no ocurrió debiendo pasar solo un mes en la casa que había arrendado junto a Belén.
En carpa
"En un primer momento no estábamos preocupados de quedar en la calle, no lo veíamos venir, porque esperábamos el finiquito, pero con esa platita alcanzamos a pagar un mes de arriendo, porque acá son carísimos. Pagamos 360 mil pesos por la casa más el mes de arriendo, así que viendo que no encontrábamos pega nos fuimos preparando, porque veíamos que no íbamos a alcanzar a hacer los 360 para el otro mes".
Dijo que ante esta angustiante situación "estuvimos planeando antes y tuvimos que intercambiar algunas cosas. Cambié mi teléfono por una carpa y unas mochilas más grandes, porque andábamos con nuestros bolsos más que nada, nada así como para acampar o quedarse fuera". Agregó que lograron adquirir mantas y una cocinilla para poder preparase sus alimentos y de paso calentarse.
Oportunidad
Mauricio señaló que los seis días que pasaron en carpa fueron duros, pero que gracias a la ayuda de la vecina Rosa Vera, pudieron dormir en una pieza. También cuenta que en esta última semana, su pareja Belén logró encontrar un trabajo en una salmonera en Torres del Paine, y ayer fue su primer día de trabajo. En tanto que él se encuentra a la espera de una nueva posibilidad laboral, la que espera se concrete a la brevedad en esa zona.