Las pegas que han surgido tras la emergencia
Penquistas que han perdido su empleo se reinventan con emprendimientos en medio de la pandemia.
La pandemia ha golpeado fuertemente al empleo, registrándose una tasa de 8,6 de desempleados en la región del Biobío, según el último informe del INE. Esto equivale a 10.196 personas menos trabajando que en el mes de abril. Sin duda la cifra genera preocupación considerando el escenario actual de crisis sanitaria a nivel mundial.
En ese marco hay una serie de personas que se las han ingeniado para poder generar recursos, creando sus propios negocios tras sufrir la pérdida de sus empleos tradicionales.
Una de ellas es Jennifer Jara, quien viendo la necesidad de cuidado ante la emergencia sanitaria, comenzó a diseñar protectores faciales para niños y adultos. Asegura que estos elementos de protección personal son muy solicitados, lo que la ha llevado a producir 100 unidades diarias en promedio.
"La idea nace por la necesidad y la urgencia en medio de la pandemia. Mi marido trabaja en la locomoción colectiva y le afectó en un 100% su trabajo y nuestro hogar, que se compone de cinco personas, tres niños, comenzamos a ver qué podíamos hacer", relata la penquista.
En eso proceso, dice, recibió un vídeo con las instrucciones para fabricar los protectores faciales, subiendo una publicación a Facebook para tantear terreno y lanzándose posteriormente a la confección de estos implementos, negocio que ha tenido muy buena acogida.
La emprendedora señaló que la ventaja y diferencia que tiene su producto en comparación a otros que se pueden encontrar en la calle, por ejemplo, es que "no se pegan al rostro y es estilo visera, entonces, queda lejano de la cara y al usarlo con mascarilla no se empaña", permitiendo la visión.
A ello suma además ingeniosos diseños especialmente pensados en los niños y niñas.
Polerones y sushi
Por su parte, Daniela Flores cuenta que quedó sin trabajo por la emergencia sanitaria y que "me estaba viendo un poco superada, así que tomé la determinación de crear una página de Instagram @poleronesamericans… lo tenía en mente hace bastante tiempo, y no sabía si daría resultado, pero con todo lo que está pasando creo que la gente está bastante más solidaria y nos ayuda".
Daniela declaró que los polerones tienen valores que van desde los 4 mil a los 12 mil pesos y que pueden ser despachados a cualquier parte del país.
Sobre los cuidados de las prendas, indicó que la ropa es tratada con desinfectantes, lavada y planchada, previo a ser comercializados.
Claudio Asenjo también quedó cesante en las últimas semanas y junto a su pareja decidieron comenzar un negocio, preparando sushi y hand rolls. "Se dio que quedamos sin trabajo y con lo que teníamos de dinero lo invertimos. También educándonos a diario con las medidas de cuidado que hay que tener", señaló.
El joven dijo que "hemos estado buscando empleo y está súper complicada la cosa, así que lo que era algo para salvarse se transformó en una buena alternativa vendiendo acá en el condominio, así que mientras nos acomodemos con esto vamos a quedarnos aquí en la casa", añadió, sin descartar que el negocio "de emergencia" se proyecte más allá del fin de la pandemia.