Penquistas "varadas" en Perú y México piden ayuda para volver
Jóvenes relatan drama que viven por causa del Covid-19 y las dificultades para poder regresar a Chile.
Una pesadilla es la que asegura estar viviendo Nicole Rodríguez, quien está atrapada en la ciudad peruana de Arequipa desde que se cerró la frontera de Perú y Chile debido a la emergencia por covid-19.
Rodríguez, oriunda de Chiguayante, es profesora de yoga y había viajado hacia el país vecino para realizar clases desde el 6 de marzo. Sin embargo, luego de declarada la cuarentena, le cancelaron cuatro vuelos de retorno y no ha podido regresar a Chile.
"Mi plan era volver el 15 de abril, pero cerraron la frontera. Tenía otro vuelo para el 8 de mayo, pero extendieron el plazo de las medidas restrictivas y me cancelaron el pasaje otra vez. Ya estoy colapsada. Necesito volver", señaló.
Sobre su vida actual, contó que "me estoy quedando en un hostel, solventándome como pueda, pero me estoy quedando sin dinero. Continuar así es intolerable emocional y económicamente".
La chiguayantina agregó que con suerte puede salir a la calle. "Aquí hay toque de queda y cuarentena, medidas que son cumplidas. Hay días en que no veo gente. Ahora hay algo más de flexibilidad, pero después de las 15.00 solo veo militares y policías. Además, estoy sola".
Su temor es que la cuarentena se siga extendiendo. "Si esto se alarga hasta junio o julio, lo más probable es que muchos de nosotros no tengamos con qué seguir viviendo, ya que no podemos trabajar".
"En el hostal vivíamos 40 personas y de a poco la gente se fue. Han repatriado a franceses, neozelandeses, ingleses, alemanes, griegos, belgas, argentinos, suecos, holandeses y estadounidenses. Soy la única extranjera que va quedando porque no he recibido ayuda", acotó, criticando el accionar del gobierno.
"Somos varios chilenos en la misma situación. Me comuniqué con la embajada chilena, con los consulados y con Cancillería y ninguno me dio una respuesta", sostuvo, añadiendo que la única vez que hubo un vuelo de repatriación fue para chilenos que estaban en Lima. "Para el resto que estamos en ciudades más lejanas no nos dan alternativa. Hubo otro vuelo que nos ofrecieron, que en realidad fue gestionado por la embajada neozelandesa, y era un vuelo comercial. Cobraban 960 dólares (unos $800 mil), lo que era imposible pagar", agregó.
Insistió en que "no es problema de las aerolíneas o del gobierno peruano, ya que nos han dicho que si Chile no genera los permisos necesarios, no podemos salir de Perú. Nos sentimos abandonados".
En méxico
Un drama similar viven Carla Uribe y Catalina Montero, quienes están varadas en Ciudad de México, a la espera de alguna solución que les permita regresar a Chile. Ambas son alumnas de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación de la UCSC y estaban en México por un programa de intercambio.
"Llegamos el 26 de enero a la Universidad de Michoacán", señaló Montero, quien es de Concepción. Su compañera, oriunda de Lota, agregó que "en marzo suspendieron las clases y empezamos a tramitar la idea de terminar nuestro semestre online en Chile para volver lo antes posible, antes de que la situación empeorara. Cambiamos nuestro retorno para el 2 de mayo, pero dos semanas antes se canceló".
Catalina Montero señaló que por ese motivo viajaron a Ciudad de México, en caso de que hubiera algún vuelo disponible. "Teníamos miedo por el cierre de las fronteras, así que queríamos estar lo más cerca posible del aeropuerto".
La penquista añadió que "de Cancillería o del consulado no hemos tenido contactos, a excepción de un correo que nos llegó hace unos días confirmando que no hay una programación de vuelos humanitarios y que lo único que nos quedaba era viajar a Miami y tomar un vuelo a Santiago o esperar hasta junio, mes en que se reprogramarán los vuelos".
Carla Uribe acotó sin embargo que "lo de Miami no es una opción, ya que si bien están otorgando una visa, están restringiendo la entrada a los extranjeros. Además, el riesgo de contagio es enorme".
En el caso de ellas, han podido recibir ayuda tanto de su universidad como de un mexicano, quien las albergó en su residencia. Catalina Montero señaló que "antes vivíamos en una casa en el que la mamá de la dueña se contagió de coronavirus, por lo que decidimos irnos de ahí para evitar el riesgo. Ahora estamos más tranquilas".
No obstante, el tiempo les ha generado un desgaste emocional muy fuerte. "Estamos lejos, en un país que no conocemos (...) No sé si estamos preparadas porque con todo este contexto se vuelve todo más agotador en el largo plazo".
Desde Perú, Nicole Rodríguez recalcó que "cualquier ayuda para que exista una gestión de las autoridades será bien recibida. Estando en casa se puede sobrellevar mucho mejor esta pandemia".
"Si esto se alarga lo más probable es que no tengamos con qué seguir viviendo".
Nicole Rodríguez
"Estamos lejos, en un país que no conocemos (...) en este contexto se vuelve todo más agotador".
Catalina Montero