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Penquistas en Europa cuentan cómo viven combate al Covid-19

Revelan cómo están sus confinamientos y cómo las medidas que cada país ha tomado, han afectado en sus vidas cotidianas. Una chorera en Estados Unidos se refiere a cómo es el día a día en el país con más casos del mundo.
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Pablo Martínez Tizka

Actualmente Chile tiene un total de 10.832 casos de Covid-19 (y 147 fallecidos), de los cuales, 636 son de la región del Biobío, de acuerdo al último reporte del Minsal. Las cifras distan de lo que viven países como España, Italia y Alemania, que encabezan la lista de personas contagiadas en Europa, o Estados Unidos, que con más de 800 mil casos confirmados (y más de 45 mil muertos) es el más afectado a nivel mundial. Ante ello, penquistas presentes en el extranjero, específicamente en aquellos países donde la cantidad de casos positivos y fallecidos son mayores que en Chile, relatan cómo viven ellos el combate al virus.

España

España tiene 204.178 casos con una tasa de muertes por 100.000 habitantes bastante alta (45.48). Las medidas del gobierno ibérico han sido estrictas, aunque no tan diferentes como en otros países, de acuerdo con Alfonso Vásquez, oriundo de Chiguayante y que estudia un máster en política económica en la Universidad de Valencia.

"Supermercados, farmacias, tiendas de abarrotes, panadería y papelería están abiertas. No obstante, hay bastante control policial y si te encuentras en la calle sin justificación, hay multa", contó, y añadió que "se anunció que desde el 27 de abril el confinamiento será menos restrictivo con los niños, quienes pueden salir de las casas, cumpliendo ciertas condiciones".

En lo personal, aseguró que "en general he estado bien. Estoy más preocupado por mi familia, ya que en Chile las medidas son totalmente opuestas a las que se tomaron acá, a pesar de que hay menos contagios. Mi padre y mi hermana están en sus rutinas normales de trabajo".

Escocia

El Reino Unido es otro de los países que ha sufrido la emergencia, con 125.580 casos y 16.509 muertes. Una de sus naciones es Escocia. Ahí vive Valentina Rioseco, quien reside en la capital Edimburgo junto con su marido Pedro y su hermana Josefina. "Ahora estoy estudiando un doctorado en Derecho en la Universidad de Edimburgo. Soy de Concepción", dijo.

"Actualmente estamos en confinamiento obligatorio. Sólo podemos salir a hacer ejercicio una vez al día y realizar compras esenciales en supermercados y farmacias. Estamos en la cuarta semana y nos informaron que estaremos así tres más. Antes de esa medida, ya existían medidas de precaución", describió.

La profesional indicó que "hemos vivido bien los tres. Nos armamos espacios de trabajo y tuvimos que comprar un par de cosas de oficina para adaptar la casa, al igual que herramientas de gimnasio para hacer ejercicio. Nos rotamos para limpiar, cocinar y hacer las compras".

Destacó que "vivimos en un primer piso y empezó a salir el sol, ya que estamos en primavera. Lo más complicado ha sido que tenemos la universidad cerrada y los libros que no alcanzamos a sacar, no los tenemos. El resto de las tiendas están cerradas y empiezan a hacer falta algunas cosas".

Francia

La penquista Camila Novoa igualmente estudia un doctorado, en Francia, específicamente en Toulouse, ciudad en la que está confinada desde el 17 de marzo. "Emmanuel Macron (el presidente) decretó que seguiríamos en cuarentena total como mínimo hasta el 11 de mayo. Ya llevo 40 días encerrada en mi departamento", dijo.

La experta en volcanes señaló que "el barrio era muy ruidoso, muchos bares, restaurantes, actividades culturales a diario. Los domingos me despertaba con el sonido de la música de la feria libre, a una cuadra. Ahora si sales, sólo hay silencio y calles vacías".

Novoa explicó que hay 158.000 contagiados en Francia y que hay regiones en el que el sistema de salud está colapsado. Además, dijo que "andar en bicicleta está prohibido y están cerrados todos los parques. Uno solo puede salir a hacer compras en el súper o en la farmacia, ir al doctor, al juzgado o a hacer deporte, pero no más lejos que un kilómetro de tu casa, máximo una hora por día y solo, sin compañía. Para hacer todo eso se necesita imprimir un certificado. La multa por no hacer caso es de 135 euros ($125.000)".

Países bajos

Paula Cortés, oriunda de la zona, es académica de la Universidad de Chile, pero cursa un doctorado en la ciudad de Leiden, en Países Bajos (Holanda). "Es un país con una población similar a Chile y descentralizado. Amsterdam, la capital, tiene poco más de un millón de habitantes".

En ese sentido, señaló que "se optó por un 'confinamiento inteligente'. Es decir, las medidas implantadas por el gobierno son recomendaciones voluntarias y se apela a que la ciudadanía las cumpla de buena fe. Al principio, sobre todo los jóvenes, no hicieron mucho caso a las medidas. Por eso, decidieron endurecerlas".

Cortés explicó que "se establecieron multas para quienes se reúnan con más de tres personas o que no respeten el distanciamiento social de 1.5 metros. Los colegios y recintos comerciales no esenciales están cerrados. En general, Países Bajos (con 34.134 casos) ha tenido buenos resultados en comparación con otros vecinos. Sólo Alemania lo ha hecho mejor".

"Tengo la suerte de vivir sola, por lo que no ha sido problemático estar en casa. Me contacto con mi familia a diario por videollamada y el flujo de gente en la calle es bastante menor", añadió.

Suiza

Suiza tiene actualmente 27.810 personas positivas y 1.460 muertos. Rodrigo Paillalef, abogado de la UdeC y especialista en DD.HH, trabaja en el Fondo para el desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac) en Ginebra. "Hay muchas diferencias culturales. Suiza es un país rico y los suizos respetan la autoridad. Aquí en Ginebra está la Organización Mundial de la Salud. El gobierno no tiene una falta de legitimidad y tiene un poder descentralizado. Las medidas son las de siempre, pero la mascarilla no es obligatoria", señaló.

Asimismo, contó que "estoy con teletrabajo, pero se anunció una vuelta a la normalidad por fases. El 11 de abril vuelven los colegios, pero los alumnos nunca superan los 25 por curso. En mayo se completaría todo, aunque se va a ir evaluando. La curva de contagiados y muertos va disminuyendo".

Sobre las dificultades dijo que "uno se adecúa. El tráfico es muy poco, pero la gente no está encerrada. No obstante, hay multas de 100 francos suizos ($88.500) si se realizan reuniones públicas con más de cinco personas".

República checa

Por último, está el ejemplo de República Checa, uno de los países en los que se ha aplanado la curva de contagiados (6.914). Mauricio Cabezas es astrónomo y estudia un doctorado en Astrofísica en Praga.

"En marzo hubo estado de emergencia y cuarentena. Aunque suene feo, acá la gente entiende, hay más educación. Nunca hubo toque de queda, pero aún así las personas no salían", contó.

"Creo que fue el primer país de Europa en obligar el uso de mascarillas. Me multan incluso en el edificio si no la tengo puesta. Las medidas significaron que se aplanó la curva. Los parques empiezan a llenarse, hay gente tomando cerveza, pero con el debido cuidado y distancia", dijo. En definitiva, tras un mes prácticamente sin salir, Cabezas señaló que "hace un par de semanas ya salgo a correr, he salido a andar en bici. Ya es como todo 'normal'".

Estados unidos

En Estados Unidos ya se cuentan 824.698 contagiados, con más de 45.297 muertos. Jessica Carrillo es chorera de nacimiento y vive hace 19 años en Miami junto con su hijo.

"Ha sido difícil, como en todo el mundo. Estoy confinada. Sólo se sale para comprar en el supermercado y son contados. Prácticamente está todo cerrado", señaló.

Carrillo agregó que las dificultades han sido varias para ella. "Durante más de 12 años, como matrimonio, hemos mostrado nuestro folclor aquí en Miami con la agrupación Amigos del Folklore. Teníamos dos presentaciones y las tuvimos que cancelar", explicó.

Añadió que "soy activa socialmente. Ha sido muy duro porque llevo más de un mes encerrada. Estoy cansada y con mucha incertidumbre".

"Las medidas implementadas por el gobierno, son voluntarias"

Paula Cortés,, penquista en Países Bajos

"Acá la gente entiende, hay más educación. Nunca hubo toque de queda, pero aún así las personas no salían"

Mauricio Cabezas,

penquista en Praga


"Acá se vive realmente


el cuidado mutuo"

Katherine Ramírez, titulada de Técnico en Enfermería del Instituto Profesional Virginio Gómez, está desde enero realizando cuidado pediátrico en Amsterdam, Países Bajos.

"La pandemia acá se vive igual que en muchas otras partes del mundo, ya que hay gente que acata las restricciones y otra no. Hasta el momento y pasado un tiempo los bares, restaurantes, hoteles y colegios se encuentran cerrados; las personas trabajan desde sus hogares y el gobierno aconseja quedarse en casa. Pero con la llegada de la primavera ha hecho que mucha gente salga a la calle, ya que aquí se vive con un clima más frío y se debe aprovechar los días de sol".

En lo personal, explica Katherine, sus medidas de protección no distan mucho de lo ampliamente recomendado. "Uso alcohol gel siempre al salir a la calle. Lavado de manos muy frecuente, asistir lo menos posible a lugares concurridos. Diría que aquí se vive una vida normal, solo acatando las restricciones impuestas por las autoridades y sumado a eso nuestras medidas básicas de autocuidado", dice.

"Con mi familia siempre he mantenido contacto, las nuevas redes pueden mantener a todos conectados de una manera más fácil. Y sí me preocupan todos porque con este virus nadie está libre de contagiarse. Pero me da tranquilidad saber que ellos están en casa, siguen las indicaciones y se cuidan mucho", destaca.

Una de las lecciones que le dejó este Covid-19 en Europa, señala, es que "aquí se vive realmente el cuidado mutuo, sobre todo por la población adulta mayor, respetando las restricciones para evitar el contagio. Mantener las distancias, el orden en los locales comerciales o los supermercados", cierra.