
columna
Hace 72 años la Asamblea Mundial de la Salud proclamó el 7 de abril como Día Mundial de la Salud. El objetivo de esta fecha es generar en la humanidad una conciencia colectiva que una de las bases fundamentales de la subsistencia de las personas es el autocuidado y por sobre todo prevenir enfermedades, así como entender que sus implicancias no afecten nuestras vidas. Hoy estamos atravesando una pandemia mundial en donde nuestros hábitos individuales y colectivos son eje central y principal para evitar contagios y un aumento descontrolado en la curva del Covid-19 como se ha visto en países como España, Italia y Estados Unidos. La pandemiaque se vive a nivel global, donde día a día miles de hombres y mujeres se contagian e incluso existe una data importante de fallecidos, nos hace tomar conciencia que la promoción y educación del autocuidado y de la salud en general es prioridad mundial.
Lo más importante es que debemos evitar el principal factor multiplicador de propagación, la interacción social. El actuar fuera de las recomendaciones y normas impuestas por la autoridad sanitaria pertinente, es lo que nos puede llevar a enfrentar situaciones tan complejas como las que hemos visto en algunos países del viejo mundo, e incluso actualmente como es lo que sucede en Estados Unidos.
En medio de esta contingencia, el rol de los técnicos y profesionales de la salud aparece como un jugador preponderante en la lucha contra la pandemia que afecta al mundo entero. Ellos ejercen una tarea abnegada y comprometida, especialmente, en el ámbito de la enfermería, centrándose la celebración de este año por la Organización Mundial de la Salud en el personal de Enfermería y Partería. Todo ello es un pilar basal para una cobertura y atención sanitaria ante enfermedades infecciosas e incluso, de salud mental, importante aspecto ante los eventos que estamos viviendo, brindando seguridad al paciente y sus familias en lo físico, emocional y mental, haciendo un aporte integral a la recuperación de las personas.
Los técnicos de nivel superior en enfermería hoy son parte de la denominada "primera línea de la salud" conforman un equipo de trabajo en donde el bien común se sobrepone al individual, deben desarrollar una ética y visión social a toda prueba, ser amables y empáticos ante la adversidad, donde la disciplina y profesionalismo son vitales para el autocuidado laboral. Sin lugar a dudas, un leal rol con su juramento a dedicar su vida al bienestar de las personas confiadas a su cuidado, con un alto grado de humanidad.
Desde nuestra mirada académica la formación se enfoca justamente en esto último, en un equilibrio entre lo técnico y profesional con lo humano, en post de una mejor salud física y mental de los pacientes.
Día Mundial de la Salud
LA ENCUESTA
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La pregunta de ayer
¿Su alcalde ha tenido una buena gestión durante la crisis por el Covid-19?
Sí
La pregunta de hoy
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¿Cómo evaluar el aprendizaje?
En la situación actual hay muchos desafíos en la docencia y uno de ellos es la evaluación del aprendizaje.
Por una parte, la tecnología ofrece oportunidades que poco se aprovechan en las clases presenciales, como la posibilidad de hacer encuestas y obtener respuestas inmediatas de todos los alumnos. Esto permite al docente chequear la comprensión, dar retroalimentación oportuna y ajustar la enseñanza considerando las respuestas de todos. Este es un ejemplo de evaluación formativa, cuyo propósito es la regulación del proceso de aprendizaje y no la calificación.
¿Qué ocurre cuando el propósito es sumativo y debemos calificar los aprendizajes se han logrado? En tiempos de emergencia los docentes debemos enfocarnos en los aprendizajes más esenciales de nuestras asignaturas y centrar allí la evaluación, proporcionar plazos de entrega más amplios y diseñar una evaluación que sea sustentable, es decir, una evaluación que no sobrecargue ni a los estudiantes ni a los docentes. En cuanto a los instrumentos, puede no ser el mejor momento para realizar pruebas, pues no podremos asegurar que el desempeño evidenciado sea realmente individual. Es preferible privilegiar el trabajo colaborativo, en grupos pequeños, donde cada grupo realice un análisis de caso, situación, ejemplo o problema distinto. Las pruebas pueden reservarse para el final del semestre cuando ya estemos de regreso en las aulas.
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Marianela Navarro
Académica Facultad de Educación
Universidad de los Andes