Esta dupla se luce y cumple su sueño en el Campanil
Hermanas llegaron de Talca y se la juegan en la UdeC.
Su propio sueño dicen estar cumpliendo las hermanas María Magdalena y Victoria Osores, quienes este año lograron su anhelo de llegar a la Primera División del fútbol femenino, y lo hacen defendiendo los colores de la Universidad de Concepción.
María Magdalena es la mayor con 24 años, juega como defensa central y ya debutó en el triunfo sobre Audax Italiano en La Florida, antes de que se paralizara el fútbol.
Y lo mismo hizo Victoria, de 23, quien compartió cancha en aquel triunfo, jugando en el mediocampo del elenco dirigido por el entrenador Nilson Concha. "Lo bueno es que nos conocemos de memoria en la cancha. Sabemos en qué lugar se encuentra la otra para enviar el pase. Lo bueno es que nos hemos acoplado bien al equipo", contó Victoria al sitio de la Anfp.
Pasión por el fútbol
Las hermanas nacidas en Cauquenes comparten la pasión por el fútbol desde muy pequeñas, lo que comenzaron a desarrollar en Rangers de Talca.
"Tenemos un hermano que juega fútbol y no tenía con quien hacerlo por lo que ahí fueron nuestros inicios", recuerda Victoria. "Eramos las únicas mujeres que jugábamos en el barrio Santa Sofía y después tuvimos la oportunidad de ir a Rangers de Talca", repasa "Magda".
Y las ganas estaban de jugar, pero siempre surgían barreras. "Cuando fuimos a probarnos a Rangers tuvimos que pedir permiso porque mi padre era el encargado de hacerlo, pero al comienzo le costaba. Le decíamos a mi madre que lo convenciera y así se fue dando", apuntó Victoria.
Cerca de diez años estuvieron las hermanas Osores en el elenco rojinegro. "Aprendimos bastante en Talca, llegamos de manera desordenadas para jugar. Empezamos de delantera y con el tiempo fuimos encontrando nuestras posiciones en la cancha", añade Magdalena.
A fines del año pasado se dieron cuenta que el ciclo con la escuadra talquina había finalizado, por lo que decidieron buscar nuevos horizontes. "Una compañera que estaba en Rangers y que se había ido a este club, le comentó al profesor que queríamos jugar en el equipo, debido a que el año pasado prácticamente no jugamos nada y teníamos las ganas de jugar fútbol profesional. Se nos dio la prueba en la UdeC, tratamos de hacer lo mejor posible y afortunadamente el profesor les gustó nuestro juego por lo que nos incluyó en el plantel", expresa la mayor de las hermanas.
"Estamos apoyándonos siempre, puesto que estamos lejos de nuestros padres", dice Magdalena, profe de Educación Física de profesión, feliz compartiendo cancha y cumpliendo su sueño junto a Victoria, quien por ahora optó por la pelotita, en lugar de su profesión como Ingeniera de Administración de Empresas.