El primer café penquista donde los gatos son los anfitriones
El local se llama "Ernesto Cat Café" y es el empredimiento de una pareja de la ciudad que combinaron sus pasiones.
El amor por los gatos y el gusto por el buen café hicieron que Doménico Maccioni y Tamara Cea, una pareja de penquistas, se motivara y armara su emprendimiento, combinando sus dos pasiones. Así surgió el "Ernesto Cat Café", un espacio donde los visitantes, además de disfrutar del grano y la comida, pueden compartir con cinco felinos anfitriones.
Respecto a este concepto de cafetería, inédito en el centro de Concepción, Tamara, que es médico veterinario especialista en gatos, señaló que "esto surgió en Japón durante los años noventa por la necesidad de la gente de poder tomarse un tiempo y compartir con mascotas, ya que no tenían espacios para hacerlo en sus hogares. De ahí nacen estos cafés temáticos y acá la idea es que la gente venga a interactuar con los gatitos y venga a servirse un café o algo rico para comer".
Agregó que "también nos hemos dado cuenta que muchos de los clientes regulares tiene gatos, pero eso no es suficiente al igual que con las papas fritas".
Consultada sobre cómo se animaron a concretar el emprendimiento, recalcó que "nos conocimos gracias a mi gato que se llama Odin, ya que Tamara era su veterinaria. Nos consideramos muy cafeteros en el sentido de salir lugares a tomar algo y se nos ocurrió la idea loca de partir este proyecto. Le pusimos Ernesto Cat-Café porque es un gato de mi pareja y es muy especial".
El local está ubicadoen Víctor Lamas 951 (entre Tucapel y Castellón) y cuenta con varias redes sociales junto a una página de Internet, donde está la información para realizar las reservas por hora para acudir al lugar, ya que así se puede controlar el número de público para no estresar a los animales.
La oferta
Del servicio que ofrecen Doménico Maccioni, pareja de Tamara, que se desempeña como psicólogo, sostuvo que "el ingreso tiene un valor de $4.000 y eso te permite adquirir cualquier bebida de la carta, que puede ser un jugo, preparaciones a base de expreso, té o la especialidad de la casa que es el café helado de buena calidad. La comida se paga aparte y tenemos preparaciones contundentes con sándwiches".
Los felinos
Del comportamiento de los gatitos en el salón adaptado para ellos y los clientes, la joven profesional sostuvo que "implementamos áreas de descanso en módulos en altura conectados para que tuvieran más espacio y no se sientan estresados. Además, esta casa nos permite tener todas las zonas aisladas".
Agregó que "nuestros cinco gatitos fueros rescatados de la calle al estar abandonados y cuentan con todas sus vacunas y cuidados respectivos. Además buscamos que fueran sociables y acá hay feromonas ambientales para bajar los niveles de estrés con el entorno y entre ellos".
Cabe señalar que está prohibido darle comida a los gatitos, que por su parte están dispuestos a interactuar con las personas mediante los juguetes en la habitación.
"Queremos incluir otros gatitos más de plazas de adopción y que gente interesada pueda acogerlos, porque es importante fomentar la tenencia responsable", sostuvo Maccioni.
Más allá del café
Sobre las proyecciones que tienen del cat-café más adelante, Tamara apuntó que "también queremos implementar más adelante un pet shop de gatos en una de las otras habitaciones y también contamos con una sala de talleres para facilitarla a otras organizaciones".
Añadió que "tenemos nuestras consultas individuales en este espacio y con esta idea aprovechamos la oportunidad de unir nuestras ocupaciones para emprender juntos como pareja", señaló Tamara con unos de los gatitos en sus brazos.
"Con esta idea aprovechamos la oportunidad de unir nuestras ocupaciones para emprender como pareja".
Tamara Cea,, Veterinaria socia del café