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Con fuegos artificiales fueron las protestas en la Plaza Perú

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Hasta la altura de la Biblioteca Central, en la Universidad de Concepción, llegaron efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros, persiguiendo a manifestantes que ingresaron al campus, luego de instalar barricadas incendiarias frente a la Plaza Perú, y en diversos puntos de la calle Edmundo Larenas.

Las manifestaciones se concentraron en avenida Chacabuco y en el entorno de la Plaza Perú, hasta donde llegaron más de mil personas, quienes cantaron e instalaron barricadas en la calle.

Personal de Carabineros respondió con un amplio despliegue de efectivos, así como con carros lanzaaguas que tomaron control de la plaza, aunque sólo por algunos instantes.

Posteriormente, y ante el repliegue de Carabineros a calles cercanas, desconocidos lanzaron fuegos artificiales desde la esquina de Chacabuco y Edmundo Larenas, frente a la Pinacoteca de la UdeC.

Otro grupo de gente ingresó al campus central de la universidad, donde encendieron algunas barricadas cerca del Foro, junto al edificio Virginio Gómez.

Pasadas las 21.00 horas, carabineros ingresaron al recinto, donde se registraron diversas escaramuzas, hasta la altura del "Plato" y la Biblioteca Central.

Marcha vespertina

Más temprano, durante la tarde de ayer, una columna de unas mil personas marchó por O'Higgins hacia la Plaza de la Independencia, lugar donde se detuvieron frente a la Catedral de Concepción, para hacer una manifestación artística.

Cientos de personas siguieron camino por calle Caupolicán hacia avenida Los Carrera, seguidos a la distancia por personal de Carabineros.

Hasta el cierre de esta edición no había reportes oficiales respecto de detenidos tras los incidentes.

"La policía china entra a revisar que uno esté en la casa"

La santiaguina cuenta cómo se ha vivido la propagación del Covid-19 en el país asiático.
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Mariela Munizaga

Ados días del año nuevo lunar, Camila Vilches, profesora de inglés chilena que reside en Tianjín (China), se preparaba para salir a cenar con sus amigos, cuando en su grupo de WhatsApp avisaron que la policía estaba cerrando los restaurantes de la ciudad por el brote de Covid-19 que había en el país. Al quedarse sin lugar dónde comer, decidieron ir a bailar solo para enterarse de que la discoteque también estaba cerrada, situación que se mantiene hasta hoy.

Si bien Tianjín queda a más de mil kilómetros de Wuhan, ciudad donde se reportó el primer caso de contagio en China, el gobierno regional cerró todo menos los supermercados.

La santiaguina recordó que "para entrar y salir de lugares tenías que anotar tus datos en un papelito, aparte de tomar tu temperatura", y agregó que con los días se desarrollaron dos aplicaciones para hacer el proceso más fácil.

En su zona, el mayor brote se dio debido a que "una señora que trabajaba en un mall contagió a una clienta y ella contagió a más vendedores", situación que resultó en 180 personas infectadas.

Tianjín no tuvo cuarentena, a diferencia de Wuhan donde "la gente no podía salir de sus departamentos". Sobre lo mismo, agregó que "la policía va a revisar que uno esté en la casa".

Aún no ha podido volver a su trabajo, ya que su oficina está dentro de un mall, que al igual que el resto, está cerrado. "Lo de los sueldos ha sido un tema. Nuestra empresa al principio nos dijo que no nos podía pagar", cuenta. Ahora llegaron un acuerdo y solo recibirán parte de su pago.

Estos meses no ha tenido mayores problemas para transportarse. Si bien la frecuencia de buses ha disminuido, el metro ha seguido funcionando, pero con algunas restricciones. "Tienen que tomar tu temperatura y registrarte, si tienes fiebre no puedes entrar" comentó.

Camila no ha tenido miedo de enfermarse y ha seguido los consejos sanitarios para evitarlo. "Uso mascarilla y me lavo muy bien las manos", dijo, siguiendo el curioso consejo de las autoridades chinas: cantar la canción de cumpleaños dos veces durante el lavado para matar gérmenes.

"Lo de los sueldos ha sido un tema. Nuestra empresa al principio nos dijo que no nos podía pagar".