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Dichatino cuenta cómo rescató a turistas y vecinos del tsunami

Así fue la noche más oscura del balneario tomecino para un hombre que ayudó a una veintena de personas.
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Mario Saavedra Ponss

A Ricardo Romero Ulloa, el terremoto lo encontró bien despierto. En aquel entonces, contó, debía viajar todos los días a la Vega Monumental, en la madrugada, junto a su amigo Javier Mella, dueño de la verdulería de Dichato. "Estaba esperando echar a andar el camión y tomar un café cuando comenzó el movimiento. Los postes se sacudían mientras se cortaba la luz. Luego todo quedó a oscuras y sólo se escuchaban gritos. Había mucho turista en la zona que no sabía hacia dónde arrancar y todos presentíamos que se saldría el mar", relató.

No conocían el sector

"Una persona detrás de mi casa, que estaba junto a su hermano discapacitado y su hermana enferma pedían ayuda para escapar. Llegó el teniente del Retén de Carabineros y comenzamos a sacarlos. Muchos no conocían el sector. Así que los llevamos hacia la parte alta. Recuerdo todo oscuro antes que empezara a subir el río", continuó Romero.

Según relató, la primera ola no fue tan destructiva como las que vinieron minutos después. "Al comienzo, el agua me llegaba a la cintura pero empezó a llegar con más fuerza. El teniente se agarró de un poste. Yo me dejé llevar por la corriente y me sujeté de un árbol. Luego lo ayudé a él a llegar a su retén. "Ahí seguimos evacuando personas hacia la parte alta, en Villa Fresia. Pero yo quise regresar a mi casa para buscar mis ahorros. Cuando estaba adentro, cambiándome de ropa, golpeó la ola más fuerte. El mar me arrastró unos 400 metros con mediagua y todo, mientras se iba desarmando. Alrededor pasaba lo mismo con el resto de las casas".

La destrucción, contó Ricardo, fue total. Escombros, madera y barro se mezclaban en cada lugar por el que transitó esa noche. Las cicatrices en sus piernas, asegura, reflejan todas las heridas que se hizo hace diez años. "Sacamos gente del agua desde el sector de la línea férrea. Una señora había caído a un canal", indicó Romero. Aseguró que fueron más de veinte las personas que él recuerda haber ayudado. Entre ellas, dijo, contabiliza a su amigo, con el que iba a la Vega Monumental. "Cuando estábamos en el alto, me di cuenta que faltaba y que al parecer seguía abajo. Así que volví", afirmó.

Albertina Concha, esposa de Javier Mella, recordó que "habíamos escapado, todos moreteados después del terremoto, a la Villa Fresia. Antes de las siete de la mañana vino la ola más destructiva. Escuchábamos los gritos y la sonajera de palos. Mi marido había bajado poco antes de eso, había regresado a la bodega. Queríamos ir a ayudarlo pero Ricardo no nos dejó, para no exponernos al peligro y nos dijo que él iba a ir. Ahí se encontraron y volvieron corriendo con la ola a sus espaldas. En el trayecto alcanzaron a sacar a un niño junto a otros jóvenes".

La comerciante agregó que su esposo logró regresar a la parte alta. "Ricardo no alcanzó y quedó agarrado de un árbol. Lo buscamos bastante desesperados, por varios días. Él se despertó en un hospital después", indicó Albertina.

"Se encontraron y volvieron corriendo con la ola a sus espaldas".

Albertina Concha,, comerciante dichatina

Estatua recuerda altura de la ola

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Dos son los principales hitos que recuerdan a los dichatinos la altura de la ola más grande que arrasó el balneario durante el 27/F. El primero, es un alero aún roto del hotel que se ubica en avenida Daniel Vera con calle Arturo Prat. El segundo -ubicado justo al frente- es la estatua de un pelícano que fue construido para, precisamente, no olvidar el nivel que alcanzó el mar aquella madrugada.

Miriam Eriz, administradora del local Beach Market, contó que hace exactos diez años "habíamos inaugurado hace poco. Llevábamos 40 días en Dichato. Después del tsunami ni siquiera alcanzamos a recuperar ni la inversión ni la mercadería. Mi hermano, Jaime Eriz, instaló este pelícano para sustituir una palmera que el mar arrancó. Con la estatua, quiso darle la bienvenida de nuevo a toda la gente que llegara a nuestro local y su altura marca hasta donde llegó la ola del tsunami".

Miriam agregó que "la gente se sorprende mucho al ver la altura y entender lo que aquí ocurrió". Sostuvo que "quisimos volver a atender rápido porque la gente lo necesitaba. Al día siguiente comenzamos con la limpieza, para levantarnos junto a todos los vecinos de Dichato".

40 días de inaugurado tenía el local Beach Market de Dichato.