Tuvieron que pasar más de cuatro y medio siglos de la invención de la imprenta, no exenta de fricciones, por parte de otras naciones europeas, que también se adjudicaron su autoría.
A Roma y China también se le atribuyeron los primeros impresos utilizando la arcilla.
La historia dirimió el asunto.
Su veredicto ungió al ciudadano alemán Johannes Gutenberg, cuyo legado fue masificar la cultura conventual y democratizar el acceso al saber, reflexionar y dirimir individual y colectivamente sobre cuestiones de interés público, hoy reconocidos como DD.HH.
No fue sino hasta la aparición en nuestro país el año 1812, de la Aurora de Chile, (www.auroradechile.cl), que tímidamente asoma en la población chilena, por obra y gracia de nuestro compatriota, Camilo Henríquez, una ventana a la libertad de pensamiento merced al acceso al cultivo del espíritu, piedra angular de la educación cívica, cuestión inadvertida hoy en nuestras aulas al igual que la historia.
"Se ha notado que los grandes acontecimientos políticos, las revoluciones, la variación de la leyes, la gloria de los Estados han comunicado vigor y elevación a los espíritus", proclama en su primer editorial fray Camilo.
Periódico de contenido político y filosófico, abrazó la causa de la ilustración, identificados principalmente con los pensadores Rousseau y Voltaire.
La imprenta es una invención de igual magnitud que la llegada del hombre a la luna, o el paso de la Era Digital a la Era Analógica, que está acarreando estructurales e irreversibles cambios en nuestro modo de vida y nuestras prácticas culturales y laborales.
El aniversario de "La Aurora de Chile", es hoy una instancia propicia para aquilatar el fundamental aporte que ha realizado la prensa escrita al desarrollo del país.
Hoy la cruzada mediática es aplicar reingeniería, nuevas tecnologías y modelos de administración donde prime el conocimiento oportuno de las noticias y la ética pertinente para enfrentar el transitorio… o definitivo escenario, de las "Fakes News".
Y al finalizar, el recuerdo de un maestro, que recogió el desafío profesional de Camilo Henríquez.
"Al suprimirse las conversaciones de calidad terminaremos en un diálogo de sordos por transformarlas en desahogos temperamentales".
Palabras del ex director de Diario "El Sur" de Concepción, don Emilio Filippi Muratto, presidente nacional del Colegio de Periodistas(1967 y 1968) y Premio Nacional de Periodismo en 1972, en carta a un lector.
Cualquier similitud con el Chile de hoy no es mera coincidencia.
Columna