Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Clasificados
  • Estrellas

Pareja penquista lleva cuatro décadas alegrando con títeres

Hugo y Patricia contagian alegría con su compañía Los Fantoches, que organiza el Festival Internacional de Títeres en Conce.
E-mail Compartir

Amada Contreras C.

Un arte que crea sonrisas en los rostros de los más pequeños y cautiva a adultos. El oficio de ser titiriteros es esfuerzo, ganas y alegría. Así lo cuentan Hugo Aguilera y Patricia Miranda, una pareja de titiriteros con más de 40 años de trayectoria, fundadores de la compañía Los Fantoches, y que por estos días encabezan el 5° Festival Internacional de Títeres de Concepción.

Aguilera se refiere a su oficio repitiendo una frase que recuerda de un viejo titiritero: "Nosotros no tenemos nada que envidiar al teatro tradicional de actores, de hecho, quizás ellos tienen más qué envidiarnos. Nuestro arte completo puede llevarse con nosotros. Llevas tu maleta y títeres a cualquier lugar".

La historia de esta pareja empezó hace ya cerca de 42 años. Hugo había estudiado teatro, pero cuenta que, por el contexto político de la época, era imposible para los actores reunirse. "Entonces, estando en mi casa solo me fabriqué a mis personajes, los títeres y empecé mi propia compañía. Nadie podía impedirme reunirme con ellos", comenta.

Así empezó presentándose en iglesias, eventos, con amigos y familia. Y junto a su esposa se dedicaron a la animación infantil.

"Nosotros trabajamos juntos. Ella se incorporó ayudando a sostener primero a otra marioneta cuando lo necesitaba. No quería hablar, así que un titiritero me recomendó impulsarla. Fingí no encontrar algo en medio de una presentación y ella tuvo que improvisar. Ahora ya está creada como una titiritera", relata.

"Lo más lindo de esto es llegar a los niños. No les puedes mentir con un muñeco porque ellos les creen, se identifican con ellos. Cuando hay una presentación entras a este mundo mágico con los niños", expresa Patricia Miranda.

Un arte completo

El arte de ser titiritero es mucho más de lo que otros piensan. Aparte de tener que mover los muñecos, también es necesario aprender a manejar el uso de la voz y armar la escenografía con marionetas.

Es por ello que para Hugo Aguilera, el titiritero de verdad es quien incluso prepara sus propios títeres, inventa a sus personajes y sus historias.

Este compromiso ha llevado a la pareja a viajar con su arte para mostrarlo a diferentes públicos.

En ese sentido, cuentan con orgullo que no hay pueblo en la región que no hayan visitado para presentarse con sus obras. "También hemos recorrido el sur, ahora veníamos llegando de un viaje por el norte. Nos han invitado a otros países por lo que hacemos", añade el penquista.

"Esto es hermoso. Hay pequeños momentos que te lo demuestran. Un ejemplo que recuerdo es cuando una vez en Arauco los niños, que eran mapuches, se nos acercaron después de la función a tocarnos. Nos explicaron que es la forma de aceptarnos", acota Patricia.

"Esto requiere mucho trabajo. Hay que enseñar al público que este arte es difícil, que hay que perfeccionarlo, ensayar a diario, crear muñecos, crear las historias. Requiere de profesionalizar tu uso de la voz y de escribir las historias", aclara el artista.

Hugo agrega que en Concepción van mejor las oportunidades para este arte, que en su mayoría son los padres jóvenes quienes comienzan a confiar en la cultura para compartirla con sus hijos. Pero aún falta mucho por aprender, incluso a nivel nacional.

"Nada comparado con otros lugares, como Argentina, por ejemplo. Ahí esto es profesional, incluso hay una carrera de cinco años para ser titiriteros", indica.

Por esto, la pareja trabaja en dignificar este oficio en Concepción. Hasta el 9 de febrero, en el frontis del ex Teatro Enrique Molina y a las 18.00 horas, la pareja lleva a cabo, con ayuda de la Municipalidad de Concepción, una nueva versión del ya tradicional Festival Internacional de Títeres, el que incluye en paralelo un taller para aprender este mágico oficio. "Tengo la intención de esforzarme y crear una escuela para titiriteros aquí en Concepción", adelanta Hugo.

"Este arte es tan hermoso. Merece más dignidad, mostrar el esfuerzo que es"

Hugo Aguilera, titiritero "Los Fantoches"