Qué poderoso suena este número ¿verdad? Lo digo varias veces, suena grande y lindo. 2020. Pronúncielo con estilo: ¡Dos mil veinte! Convengamos que todos fuimos remecidos por el año que aún no se va. Las predicciones del Horóscopo Chino fueron con stevia (o muy light, para que se entienda). Pero mejor así, los libretos muy ensayados resultan fomes, es un hecho. No sé ustedes, pero para mí fue un standup comedy 2.0. No me dejó ni descansar el año, tuve que imponerme disciplina de aquellas para seguir adelante, y no sé si lo habré hecho muy bien. Pero aún sin tener la certeza de nada, sin saber bien cómo se viene la mano, es bueno vivir, es saludable, me da curiosidad surfear la ola. ¿Cuántas decisiones tomamos? ¿Cuántas en estos últimos días? ¿Una hoja escrita con decretos? Sahumerios, ropa especial, cábalas... harto que hacer. Todo ayuda, hágalo si le nace. Ad portas de este portal poético, místico y sagrado, también siento temor, pero decido seguir, decido lanzarme, ¿no es acaso lo que se nos pide? ¡Qué regalo más grande se esconde en los remezones! Porque somos porfiados y nos quedamos dormidos con facilidad. Por eso el regalo nos sorprende... Mañana ya será el año que todos esperábamos, a veces veo que hemos avanzado tanto, hasta que hago zapping por noticieros y vuelvo a ver la nota clásica de los cotillones más vendidos, ahí vuelvo a recordar que queda mucho por hacer. Sé que para muchos de ustedes llegar hasta hoy no ha sido fácil, solo por eso tienen mi admiración, respeto y amor eterno... Me gustan estas frases poderosas, mezclas entre mantras y arengas: "¡Con todo, sino pa' qué!" o "hasta que la dignidad se haga costumbre". Las desmenuzamos y son metafísica pura. Y como somos espirituales tenemos que fluir y avanzar. ¿Qué les deseo? Que nos queramos cada día más, que nos amemos, el respetarse, escucharse… ¡qué regalos y deseos más poderosos! ¡Ahora es cuando! Vamos por un 2020 real y cercano. Sí se puede ¡Vamos que se puede!

Querido y poético 2020