"Estamos perdiendo nuestra memoria"
Me preocupa que esto ya ha escalado a las fuentes laborales. Hay negocios más pequeños que son los más perjudicados. En materia de infraestructura y patrimonio, siento que se está perdiendo la memoria de Concepción. Independiente de las motivaciones que hay detrás, de mucho simbolismo. Botaron el Pedro de Valdivia, que si bien tenía significación para la movilización, también es parte de la ciudad. Hemos vivido tres terremotos y Concepción no es una ciudad que tenga mucho patrimonio histórico. Lo poco y nada que nos va a quedando se está destruyendo y es doloroso, como la casona de Orompello que fue quemada. Sé que hay transfondo en algunos actos, que no justifico. Pero hay otros que no comprendo. Cuando uno camina por su ciudad, debe ver símbolos que narran lo que tú eres. Estamos haciendo historia, pero a la vez, estamos perdiendo nuestra memoria".
"La violencia no es el camino"
Estoy a favor de las demandas, pero encuentro que no es el camino el de la violencia. Me duele mucho lo que está pasando. En el centro hay olor a lacrimógena, a soldadura... entonces, la sensación es que después de cierto horario hay un descontrol. Es como si hubiese dos Chile. Puedes apoyar las demandas, apoyar las manifestaciones en la mañana, pero en las de las tardes, cuando finalizan, se cometen actos de vandalismo. ¿Qué falta? ¿Que maten a alguien? Hay un daño patrimonial, a las galerías, a los trabajos. No es gente rica, sino que de clase media, como nosotros. Preocupa qué va a pasar. Parece que esto no va a detenerse. La violencia después de las siete de la tarde no para. El llamado es a conectarnos todos y hacernos cargo. No solo el Gobierno, sino que las personas también ayudarnos entre nosotros".
"Falta un poco de empatía"
Es lamentable lo que ha sucedido en Concepción. Por ningún motivo la violencia se puede justificar, estamos en una democracia, el país se ha construido entre todos. Hay muchas personas que han visto afectados sus negocios. Falta un poco de empatía en torno a esas personas. En el canal nos ha tocado entrevistar a gente de la bohemia, como guardias, coperos, meseros, DJs, artistas que no han tenido la oportunidad de desarrollar su trabajo. Hay personas que se han visto más afectadas. Es gente de esfuerzo y no privilegiada. La ciudad ha sufrido bastante, esperamos que lo acordado por la clase política sea un acuerdo por la paz. Si bien hay demandas que aún no están solucionadas, creo que la gente se va a seguir movilizando. Hay cosas que cambiar con urgencia, pero la violencia no puede estar presente".
"Destruir no tiene ninguna justificación"
Primero, decir que la destrucción por destruir no tiene ninguna justificación. Pero hay una causa que está escondida, que es lo que finalmente destapó esta cuestión. Hay chiquillos que tienen esa forma de expresarse, porque no conocen otra forma de hacerlo, por su entorno social. Por tanto, estamos hablando de un fenómeno sociológico que no es tan analizable como decir si está bien o mal. Finalmente la violencia no se expresa gratuitamente, sino que hay algo que la provoca. En ese sentido, efectivamente va a ser difícil que haya músicos, actores o folcloristas manifestándose violentamente, pero hay un sector grande de la sociedad que entendió que para ser escuchados tienen que tomar acciones, como tomarse una calle, marchar. Un grupo minoritario radicaliza el asunto. Hay otro grupo que no tiene nada que ver con el movimiento que está a la espera de lo que ocurra".