60 mil estudiantes de colegios municipales volvieron a clases
Apoderados y profesores no apoyaron totalmente el reingreso a las aulas. Argumentaron sus opiniones.
Cerca de 60.000 estudiantes de colegios municipales (93,5% del total) según la Seremi de Educación, retornaron ayer a clases, tras varias jornadas suspendidas por manifestaciones.
"Fue un proceso que se vivió con normalidad y estimamos que 60.000 alumnos (de un total de 64.000) asistieron a clases en los establecimientos municipales en la Provincia de Concepción", señaló el seremi Fernando Peña.
"Tuvimos casos aislados de desórdenes e intentos de tomas, por parte de alumnos en Chiguayante y Concepción, pero nada de gravedad", agregó.
Consultado por los horarios flexibles y las posibilidades de que las clases se suspendan nuevamente, Peña agregó que "es algo que se va a evaluar de forma permanente, de acuerdo a la contingencia, pero puntualmente mañana se va a analizar la posibilidad que este jueves las clases se retomen con normalidad, es decir, de forma extendida".
Cabe señalar que desde temprano se pudo ver cómo la locomoción colectiva era abordada por escolares y secundarios. En las aulas hubo jornadas reflexivas y salida anticipada de clases.
"Siento que el retorno no es tan bueno como debería. Es importante que retomen sus materias, pero considero que en este contexto social hay que apoyar la causa. Ojalá puedan haber cambios de fondo en el país", dijo Katherine Hernández, apoderada del Colegio España, de Palomares.
Marcela Zananiri, apoderada del mismo establecimiento, añadió: "Una se preocupa que nuestros hijos estén seguros cuando salgan de las clases y hay algún tipo de destrozo en las calles. Fue complicado tenerlos tanto tiempo en la casa y además se enteran de situaciones de este conflicto de las que uno prefería protegerlos (...) hay incertidumbre de cuánto pueda durar este retorno a clases. Aparte ya habían estado en paro por los profesores unos meses, entonces también se afecta la programación de los contenidos".
Otro establecimiento que abrió sus puertas fue el Colegio Bío Bío, de calle Chacabuco. Sobre cómo fue el desplazamiento al centro de la ciudad, el apoderado Bruno Capurro, oriundo de Camilo Henríquez y apoderado de un niño de cuarto básico, indicó que "siempre vengo en auto a dejarlo, pero pensé que podía pillarme con barricadas y como no hay muchos semáforos en el centro preferí venir en locomoción colectiva".
Añadió que "por la contingencia nacional y el paro de profesores ya llevan 7 semanas sin clases este año, entonces es complicado y uno espera que retomen la normalidad, pero todo está incierto".
Respecto a cómo vio a su hijo en este regreso, sostuvo que "estaba algo ansioso, porque quería volver a ver a sus compañeros y compartir con ellos. Tenerlos tanto en la casa tantos días exige más atención y uno como trabaja se le hace difícil. En mi caso recurrí también a llevarlos con sus abuelos para que lo pudieran cuidar".
El presidente regional del Colegio de Profesores, Boris Figueroa, dijo que "no está para volver. Es de alto riesgo". Añadió que la comunidad escolar está propenso a sufrir un accidente por lo álgido que está el ambiente en el centro de la ciudad.
Añadió que la situación actual está peligrosa para los estudiantes por la falta de semáforos y que, según él, una buena solución habría sido cerrar ahora el año escolar por la seguridad de los niños y adolescentes de la capital regional del Biobío.
"Tenemos incertidumbre de cuánto pueda durar este retorno a clases con todo lo que pasa".
Marcela Zananiri, apoderada