Manuel Muñoz González
No sólo los residentes en el centro de Concepción están sufriendo los efectos negativos de las protestas, sino también quienes deben concurri al corazón de la ciudad ya sea por trabajo o a realizar algún trámite impostergable.
Ayer, por ejemplo, el aire se volvió irrespirable a raíz de los efectos de las bombas lacrimógenas lanzadas la jornada anterior por Fuerzas Especiales de Carabineros. En el aire seguían presentes los residuos de los gases utilizados para dispersar a quienes han ocasionado desmanes y destrozos en la vía pública y privada en algunos puntos de la llamada "Zona Cero", en el cuadrante entre Paicaví, Caupolicán, Los Carera y O'Higgins.
"Está irrespirable esto, yo vengo a hacer un trámite y me tengo que bajar en tribunales, no pensé que estaba así", alegó Norma Paredes, obligada a taparse la boca con su pañuelo visiblemente afectada.
"Me pican muchos los ojos y la garganta, más encima hay viento, más se siente", lamentó Valeska Figueroa, que trabaja en una oficina en Castellón.
Los efectos
El académico de kinesiología de la USS, Eduardo Mellado, explicó cuáles son las consecuencias al inhalar estos gases. "El efecto inmediato es el respiratorio, se produce una obstrucción bronquial que dificulta las vías respiratorias, y fundamentalmente produce una irritabilidad de las mucosas, lo que produce una congestión bronquial, bronco espasmo y en definitiva una dificultad respiratoria", señaló.
Otra de las reacciones al gas puede ser dolor de cabeza. "También tiene un efecto neurotóxico, lo que puede producir ese malestar", sostuvo el académico, aclarando, eso sí, que no se trata de un daño crónico, sino destinado a producir un malestar pasajero en la persona, que ataca a todas las mucosas, tanto nasales, ojos y de la vía bronquial.
¿Cómo hacer frente? Mellado afirma que lo más rápido y sencillo es el uso del bicarbonato y el agua. "Al ser un componente ácido, se neutraliza con cualquier alcalino, en este caso el bicarbonato, que puede ser usado con un pañuelo mojado. Aunque más que eso es el uso del agua, que de alguna forma filtra las partículas, las que van a ir quedando en el pañuelo mojado", puntualizó.
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Jane Fuentes Baeza, enfermera docente y Directora de Docencia de Santo Tomás Concepción, entregó a su vez algunas recomendaciones para evitar seguir sufriendo con los gases, los que se pueden mantener en el ambiente por varias horas.
"Evitar el uso de aceites, lociones y detergentes, porque pueden atrapar los químicos y por lo tanto, prolongar la exposición; lavar ropa, cabello y piel con anticipación con jabones libres de detergentes y sin esencias; usar protector solar con base de agua o alcohol (preferiblemente no de base de aceite); y reducir la exposición, cubriendo la piel tanto como le sea posible, usar mascarillas y antiparras", afirmó.
Otro punto es la exposición que puedan sufrir los menores de edad y cómo hacerle frente. "Vestirlos con ropa que cubra todo el cuerpo, incluyendo boca y nariz. Para los ojos colocar antiparras, las gafas usadas para natación son una buena alternativa, pues quedan pegada al rostro. Llevar ropa de cambio, de tal forma que, llegado al punto de destino, cambiarla y dejarla en una bolsa sellada para su lavado posterior", recomendó.
La especialista añadió que "siempre lleve en su cartera o bolso un pañuelo o papel toalla empapado en jugo de limón o vinagre, almacenado en una bolsa plástica cerrada. En caso de exponerse al gas, colocar éste cubriendo boca y nariz del niño para disminuir el efecto del gas en la vías respiratorias".