La pareja que lleva naturaleza a los pequeños departamentos
Jóvenes penquistas crearon un empredimiento destinado a quienes residen en los edificios de la "selva de cemento".
Tienen la película clara: "Nuestro objetivo principal es acercar a los hogares la naturaleza", así empezó el relato de Edward Pinto, quien, junto a su esposa, Rayén Pulgar, crearon una tienda llamada Retrü, en la cual comercializan huertos con una interesante característica: son verticales, diseñados para que incluso en departamentos pequeños se pueda contar con un espacio de conexión con lo verde.
Estos emprendedores penquistas explicaron que sus intenciones son "aportar al Planeta, agregar más vida a las casas de las personas, porque hoy vivimos en un mundo entero de cemento".
Y es que en el contexto de hogares cada vez más estrechos y el aumento de departamentos, vieron la fabricación de huertos verticales como una solución para quienes deseen tener plantas al interior de sus hogares.
Sus inicios
En un principio esta idea surgió por una necesidad propia. Ambos deseaban poder tener plantas en su departamento, pero como muchos, cuentan con un espacio limitado que deben ocupar estratégicamente.
"Nos encanta tener plantas en la casa, así que decidimos idear algo para lograrlo y que fuera de una forma ordenada", expresó Edward.
Así fue como crearon la primera huerta vertical, la que pronto fue captando las miradas curiosas de quienes los visitaban. Muchos querían tener algo similar en su propio espacio, y en esta parte de la historia se les vino a la mente la idea de emprender con este invento.
Fue en febrero cuando lanzaron la marca. Su nombre, Retrü, significa vertical en mapudungún, y su logo tiene mezclados los símbolos del agua, la tierra y el sol, para reafirmar su finalidad de entregar vida a los hogares.
Ya en marzo comenzaron a vender en mayor cantidad, recibiendo el interés y los comentarios positivos respecto a lo que han creado, y perfeccionado con el paso del tiempo. Edward aseguró que todos "lo encuentran innovador, útil y muy práctico. Para muchos es un problema tener tantas macetas en espacios reducidos".
Valor agregado
Tal como un equipo, ambos cumplen con una parte de las labores que requiere la tienda. Edward se dedica a la manufactura y Rayén al marketing, pero los dos han terminado enamorándose de todo el mundo de las plantas, sus características y necesidades especiales.
Por eso, fueron mejorando su producto y agregando otro valor. Esto significó estudiar sobre las plantas para asegurar su supervivencia y facilitar a las personas el poder cuidar de éstas.
De hecho, Edward explicó que la huerta vertical tiene una estructura específica para las plantas que lleva, organizándolas según lo que necesitan y también de tal forma que cuando se riega una, el agua sobrante caiga hacia las que siguen, y así no se pierde agua.
"Muchas personas no saben mucho sobre plantas, por eso entregamos orientación a los clientes, para que sepan de los cuidados que requieren. Tenemos un catálogo de plantas, ya sea de adorno, medicinales, entre otras, para que las personas puedan conocer", agregó.
Son varios los puntos que han ido puliendo con el tiempo. Edward declaró que tienen más proyectos a futuro, pero lo que más recalca del emprendimiento es el trasfondo que mantienen de hacer un espacio a la naturaleza en los hogares de las personas, porque "las plantas nos entregan mucho", concluyó.