Manuel Muñoz González
No solo el deporte, compañerismo y la competencia se ven en la Final de los Juegos Deportivos Escolares 2019. También hay ejemplos de inclusión con aquellos que muestran y poseen capacidades diferentes.
Es el caso de Diego Jara, de 14 años, integrante del equipo de básquetbol del Instituto de Humanidades de la Región de Biobío, quien fue diagnosticado con hipotonía (disminución del tono muscular), condición que hace que un niño esté más lacio y tenga dificultad para interactuar, sin embargo ya lleva 4 años integrado al equipo, gracias a la gestión de su entrenador, Álvaro Villegas.
"Él tiene problemas de coordinación lo que se tradujo en poco control de balón y poca capacidad física para el deporte. Lleva cuatro años con nosotros y decidimos incluirlo. Diego ha avanzado mucho, ha aumentado su masa física y su coordinación y está mucho más cerca de sus compañeros, y como a él le gusta el deporte, se entusiasma y se esfuerza", señaló el estratega, destacando el aporte del grupo para incluirlo como uno más dentro del equipo. "Aquí lo clave es el equipo, porque teniendo la posibilidad de traer a otro chico a esta competencia, respaldaron su presencia y que viniera al torneo, además lo hacen jugar y participar. Estos juegos tienen un trasfondo educativo, no solo competitivo y si podemos educar a los chicos en esta área, ganamos todos", recalca.
"El básquetbol para mí ha sido muy importante. He mejorado mi habilidad y mis reacciones gracias a la integración de mis compañeros, porque en nuestro equipo siempre integramos a los demás, somos un equipo integrador y si alguien tiene un problemas nos apoyamos todos, porque somos grandes amigos" señaló Diego, feliz de estar en estos juegos, y quien se llevó todos los abrazos y aplausos tras anotar un doble en el partido ante Los Ríos. "Debemos felicitar la actitud del Instituto Humanidades de vivir la inclusión, por materializarla y que no sea solo un discurso, valoró el seremi del Deporte, Juan Pablo Spoerer.