Carlos Paz Durán
Dice que es un momento imborrable de su vida: "Era un día de primavera, con sol, y con el viento tradicional que hay en Concepción". El recuerdo pertenece a Érika Olivera, quien el sábado 30 de noviembre de 1996, y en el entonces desgastado rekortán rojo de Collao, estableció récord de Chile en los 10.000 metros planos femeninos, marca aún vigente.
"Marqué 33 minutos y 23 segundos, tres segundos más que los que habíamos planificado con mi entrenador", recordó Olivera a través del teléfono desde Valparaíso, en rigor desde el Congreso Nacional, donde ahora "corro de nueve a nueve para cumplir con mis labores de diputada".
Precisó que "el objetivo era cronometrar un minuto y 20 segundos en cada una de las 25 vueltas a la pista, pero en tres me excedí un segundo. La idea era hacer 33:20. Fallé".
"Sí, esa vez corrí contra el cronómetro, no contra el resto de las atletas", recalcó, y detalló que lo más duro de la exigencia "fue cuando corría por la línea recta paralela al terminal de buses, pues ahí daba todo el viento. En la otra no había problema, pues la misma infraestructura del estadio me protegía".
"Lograr el récord no fue fácil, se trataba del Campeonato Nacional de Clubes, y aparte de los 10.000 metros también competí en los 800, 1.500 y 5.000. Para mi club, el Stade Francais, era vital que participara en cada una de ellas y que además lograra podio, pues sumaba puntos para la premiación global por equipos", indicó.
"Así, una hora antes de los 10.000 metros competí en los 1.500, y los gané. Con ese impulso anímico fui por la marca nacional. Al día siguiente, el 1 de diciembre, corrí los 800 y 5.000 metros, y también gané", dijo quien logró estar en cinco juegos olímpicos, otra de sus marcas que ningún otro connacional ha podido alcanzar.
Olivera comentó que "el récord en los 10.000 metros ya los había logrado un par de semanas antes, pero como fue en una prueba en que corrí junto a varones, la Federación Atlética de Chile no lo validó".
Consultada por el hecho de que su plusmarca esté próxima a cumplir 23 años, expuso "que por una parte me deja feliz que se mantenga, pues la conseguí con mucho esfuerzo; y por otro lado también me da pena que ninguna otra especialista haya podido aún superarla".
Sobre si ve a una atleta que tenga las condiciones para destrozar los 33:23, expuso que "está Laura Acuña, que es de la Región de la Araucanía. A lo mejor ella podría establecer un mejor crono".
"¿Que si he visto el Mundial de Atletismo de Doha? Para nada. No tengo tiempo. Además sólo clasificaron dos chilenos. La baja cifra no se debe a la falta de talento en Chile, sino a la falta de una ayuda permanente y sólida a los deportistas, que la mayoría de las veces son consumidos por el trabajo o el estudio", reflexionó.
Presente
A los 43 años, Olivera hace rato dejó de lado la alta competencia, más luego que el 11 de marzo de 2018 asumiera sus funciones parlamentarias.
"Pero sigo corriendo de manera recreativa. Cuando tengo tiempo lo hago, como este domingo, en que tomaré parte en los diez kilómetros del Maratón de Viña del Mar", dijo la oriunda de Santiago, y que también es dueña de otras tres maximarcas adultas: los 5.000 metros planos (2000 en Río, Brasil), media maratón (2000 en Santiago) y maratón (1999 en Rotterdam, Holanda).
4 son las marcas chilenas adultas que mantiene vigente la ex atleta Érika Olivera.