Reality lila: así se vive en la Casa del Jugador
Futbolistas residentes del recién inaugurado recinto en Nonguén, contaron cómo es el día a día en el lugar donde ahora viven, a metros de la cancha donde entrenan a diario y la mojan por el León.
Uno se encarga de preparar el almuerzo y mantener la cocina impeque; otro del aseo diario de los baños; y el otro tiene la misión de dejar el piso reluciente y brillosito. La próxima semana rotarán las tareas, de manera de que a todos les toque por igual.
"Ahí nos vamos turnando, cada uno tiene su misión y hasta ahora andamos súper bien, funcionando a la perfección", dice Kevin Salazar, quien junto a sus compañeros de equipo, Sebastián Sepúlveda y Leandro Santi, son tres de los primeros residentes de la nueva y recién inaugurada Casa del Jugador, recinto ubicado a sólo metros de la cancha central del Complejo Deportivo de Nonguén, donde día a día la mojan entrenando por Deportes Concepción.
Una nueva forma de vivir que tienen desde hace un par de semanas, y a la que poco se van acostumbrando, un especie de nuevo "reality" en sus vidas, y que les ha servido para facilitar su estadía en el cuadro lila este año.
"En mi caso soy de Temuco, así que me queda súper bien. Igual estaba viviendo cerca, pero ahora que se dio esta posibilidad, mejor aún. Acá nos levantamos y nos vamos a entrenar al ladito, qué mejor", afirma Sepúlveda.
Organizados
Las labores las tienen bien repartidas, por lo que hasta ahora todo ha sido fácil.
"Casi siempre almorzamos juntos, un día cocina uno, después el otro. Primero empezó el Sepu, ahora está cocinando Santi. A veces estamos los tres metidos en la cocina: mientras uno prepara el otro pone la mesa", comenta Leandro, apuntando que si alguno quiere algo especial, se lo prepara aparte y listo.
Para él, la Casa del jugador ha sido un gran aporte. "Yo soy de Cañete, así que estar acá ha sido muy cómodo", recalca.
En cuanto a las labores de aseo, la misma organización. "Ayer por ejemplo a mi me tocó el aseo acá en el living, el comedor y la sala de estar, ya estoy con lumbago de tanto trapear, por la poca costumbre", dice entre risas el lotino Kevin, sin hacerse dramas por tener que agarrar la escoba o el pañito para limpiar el baño.
"En eso no hay problema. Lo bueno es que nos hemos organizado súper bien, en los espacios comunes anda todo en orden, ya de la pieza hacia adentro es cosa de cada uno, pero en general todos somos ordenados", agrega Sepúlveda, quien incluso tiene su espacio para estudiar tranquilo. "Respetamos harto nuestro espacio, acá se apaga la tele temprano y a descansar, porque al otro día hay que entrenar", dice el Seba.
Y como no todo es trabajo, se dan tiempo para distraerse por las tardes. "Jugamos play, a las cartas, y tenemos un juego de mesa muy bueno, Pictionary, que trata de adivinanzas, desafíos o preguntas, en ese nos entretenemos harto", cuentan los muchachos, quienes no gastan un peso por tener todas las comodidades al alcance de la mano, y que mejor, en el mismo corazón del León.