Carlos Paz Durán

Su vida es una suma de números interesantes. Con 19 años cumplidos el 17 de septiembre y 1,63 metro de estatura, el venezolano Brayan Palmezano es uno de los extranjeros más jóvenes del fútbol chileno, y uno de los de menor porte.

"La juventud y la estatura jamás me han complicado para jugar fútbol. Sí reconozco que no tengo buena altura para el cabezazo. Está claro que ese no es mi fuerte", indicó entre risas el volante de Huachipato, quien el domingo, y en el 1-1 con Cobresal en El Salvador, anotó su primera diana en Chile.

"Es un gol que estaba buscando hace mucho tiempo. Estaba desesperado, demasiado ansioso de que llegara pronto", aseguró, y agregó que "en la primera rueda tuve algunas ocasiones claras, pero dieron en los postes".

"Cuando tengas prisa, vístete despacio, dice el dicho, pero en mi caso se aplicó poco", expresó, y acotó que su gol en el estadio El Cobre "me llena aún más de confianza, es un plus, un extra para seguir con mayor fuerza".

Quien fue fichado en noviembre de 2018 por la tienda acerera, pero que recién se puso la negriazul esta temporada, destacó que "para mí no fue fácil jugar por primera vez en la altura de El Salvador. Antes había estado una vez en un escenario así: en Cochabamba, Bolivia, y jugando por el seleccionado Sub 20 de mi país".

De su primera campaña en la siderúrgica expuso que "estoy junto a un grupo de futbolistas maravillosos, que me arroparon desde el momento en que llegué. Algunos de los más experimentados del plantel me dicen que soy su regalón".

Del presente competitivo del club, que con 33 unidades marcha en la sexta posición y en zona de clasificación a Copa Sudamericana, dijo que "estoy contento por las cosas buenas que nos están pasando".

No es lo único bueno en su vida. También lo es el hecho de que no está solo en la zona".

"Tengo la compañía de mis padres y dos hermanas. Junto a ellos todo se torna más fácil", aseveró quien viste la 10.