Juegos con espada y disciplina: niños practican Kendo en Conce
El "Camino de la Espada" es enseñado bajo la usanza japonesa. Padres lo buscan como una alternativa para que sus hijos e hijas practiquen nuevos deportes.
Con una espada de bambú entre sus manos, un niño de seis años corre a toda velocidad para golpear una pelota que su maestro dejó caer. El ejercicio es exigente pero, alentado por su profesor, el pequeño alcanza a completar las repeticiones que le permiten afinar sus movimientos con el sable. El menor y otros compañeros un poco mayores que él están aprendiendo, por medio de juegos y dinámicas divertidas las bases del Kendo o esgrima japonesa, disciplina que se imparte en Ainavillo, en Concepción.
Al igual que muchos niños que emulan a sus personajes favoritos de los videojuegos o series de televisión, León, de cinco años, comenzó a mostrar su gusto y habilidad con espadas de juguete. Su mamá, según explicó, trató de potenciar aquel interés buscando un deporte que explotara su talento y fue así como encontró "El camino de la Espada", que se le enseña a niños en la capital penquista desde hace alrededor de un año y medio.
Origen del Kendo
El sensei Miguel Ullivarri, quinto 5° dan de Kendo, fue quien decidió enseñar el citado deporte tradicional de Japón en tierras penquistas. Según explicó, el arte marcial que practica, "junto con el Judo, es uno de los deportes tradicionales en el país nipón. Nuestra disciplina busca mantener la tradición de la cultura japonesa a través de un concepto llamado "El camino de la Espada".
A diferencia de las conocidas batallas samurai, popularizadas en el cine o en al animé, en el Kendo no se utilizan armas afiladas. Según detalló el sensei Ullivarri, "la casta de guerreros que gobernó Japón durante muchos siglos ascendió al poder a través de los conflictos bélicos. Tras la pacificación de la isla, los samurai que permanecieron en la parte alta del escalafón social transformaron su arte de guerra en una idea de crecimiento o superación personal. Aquí fue cuando nació el Kendo propiamente tal".
Actualmente este deporte consiste en enfrentar al oponente portando una armadura y un sable de bambú (shinai). Su práctica, explicó el sensei, "busca desarrollar el carácter humano a través del entrenamiento con la espada y, al mismo tiempo también permite generar amistad con los otros practicantes, así como también desarrollar buena conducta, en un ambiente protegido, sin que se generen mayores lesiones".
Beneficios
Según explicó Ullivarri, "uno de los principales beneficios del Kendo en los niños es el desarrollo psicomotor, a través de una disciplina que requiere bastante estructura corporal. Hay posiciones bien establecidas que ayudan a que los niños y niñas generen aptitudes psicomotrices muy coherentes a su desarrollo, lo cual aporta también a su crecimiento mental. En general, la práctica del Kendo y de las artes marciales, benefician la disciplina y el respeto. Son cosas fundamentales que cada vez se van viendo menos en la sociedad actual y tratamos de transmitírselas a los alumnos".
El desarrollo de estas últimas aptitudes, explicó el sensei, "queda de manifiesto cuando los motivamos a completar sus ejercicios, a seguir instrucciones, a respetar a sus compañeros, a sí mismos y el lugar de práctica. Tenemos, en ese sentido, muchos saludos e instancias de concentración antes y después de comenzar con el entrenamiento. Todo eso nos ayuda a calmar nuestra mente y a obtener una visión más respetuosa y panorámica de lo que aquí hacemos".
La enseñanza de la espada, explicó, se realiza en forma lúdica. "Hicimos, en específico, varios juegos para niños, los cuales los ayudan a integrarse con sus pares y que les permiten incorporar los movimientos que utilizarán, más adelante. Con esa base nos es mucho más fácil enseñarle una técnica de kendo. La espada es un instrumento que, a pesar de que aquí es inofensiva, podría llegar a causar daño, por eso nos enfocamos en que estén muy concentrados a través de estas dinámicas que los preparan".
Durante el entrenamiento, que se realiza los sábados una vez a la semana, los alumnos ejercitan jugando a saltar obstáculos, entrenan corriendo, compiten y se enfrentan con las espadas en un ambiente en el que son vigilados y animados por sus padres. Las clases se desarrollan en el dojo ubicado en Ainavillo 920, casi al llegar a Las Heras. En Facebook se puede encontrar como @KendoConcepción .
"Los motivamos a completar sus ejercicios, a seguir instrucciones, a respetar a sus compañeros"
Miguel Ullivarri,, Sensei Kendo Concepción.