Norma Carrasco: "El ayudar a las personas me pone contenta"
La profesional fue elegida como la nueva presidenta del Comité de Damas del Rotary Club Sur Concepción.
Los lunes y jueves va a clases de salsa, de 20:00 a 21:00 horas, luego del trabajo. Hace unos días, tras salir, se encontró con un joven durmiendo en la calle, entre San Martín con Rengo, en Concepción. No dudó en conversar con él. Es que la veta social está muy presente en la vida de la nueva presidenta del Comité de Damas del Rotary Club Sur Concepción, Norma Carrasco Sandoval, quien asume este nuevo compromiso con miras a seguir aportando hacia quienes más lo necesitan.
"Al joven le hablé, mucho, lo reté también. Le dije que era joven, buen mozo, que se parara, tocara puertas, que fuera a la municipalidad. Él me escuchaba. De hecho quiero llevarlo como propuesta al Rotary, al comité, para poder sacarlo de la calle, sacarlo de esa pobreza, la miseria. Él me dijo que no tenía ningún vicio, que vendía pañuelitos. Le contesté que había tantas empresas, como las de aseo que podía necesitarlo. Y que si tenía todos sus papeles en limpio, lo iba a ayudar a hacer su currículum… lo quiero ayudar, me da cosa verlo ahí, un cabro joven, lleno de vida. No sé cómo no se enojó, solo me agradeció", relata Norma, quien asegura que la falta de tiempo en la vida de las personas hoy no es un impedimento para poder hacer cosas lindas por los otros.
Por eso, este nuevo cargo la pone a disposición de seguir realizando las tareas del grupo y sumar nuevos desafíos sociales. "Me he propuesto poner todo mi empeño, preocupación y dedicación con la finalidad de cumplir las metas propuestas. No me cabe duda que así será contando con su apoyo", manifestó en su discurso de ascenso. Es así como cuenta que seguirán con las mismas instituciones donde colaboran como el Hogar de Ancianos San José Obrero; el Liceo Domingo Santa María y el Hogar Protectora de la Infancia Leonor Mascayano, entre otros.
"Todavía se pueden hacer más cosas, pero la mayoría trabajamos. Eso sí, tenemos las ganas y la intención de ayudar a los demás. Creo que nos damos el tiempo para ello y siento que todo el mundo debiera hacerlo y echarle una manito a los más necesitados. Se puede. Hay tantas cosas que se pueden hacer", reitera.
Su llegada
Fue Isolda Manquilef, a quien conocía hace años, la que llevó a Norma hasta el Comité. Fue una de las últimas en unirse. "Soy de las más nuevas, así que pregunté ¿por qué yo? Me dijeron que era por mi entusiasmo y ganas de hacer cosas, porque coopero, se me ocurren cosas, mis contactos y mi corazón grande. Por ejemplo, cuando vamos donde los ancianos, no es solo llevarles una colación saludable, un grupo instrumental o una obra de teatro, es también estar con ellos, conversar con ellos, hacerles cariño. Yo los atiendo bien, les doy la comida. Creo que eso incidió en que fuera elegida", comenta.
Norma es de profesión contadora, pero trabaja como secretaria de Inspectoría General en el Colegio Concepción, donde lleva 40 años de servicio. Este lugar ella está muy cercana a la comunidad educativa. "Soy mamá, orientadora, psicóloga, de todo, porque en inspectoría general llegan todos los niños por distintas cosas. Los apoderados me quieren mucho. Me dejan muchas felicitaciones… a pesar de los años que llevo, voy con ganas. Me levanto temprano y voy feliz, nunca regaño", cuenta la presidenta del Comité de Damas del Rotary Club Sur Concepción, quien tiene tres hijos, que la apoyan 100% en esta labor social. "A ellos les gusta que participe, me apoyan muchísimo. Incluso ellos son muy cooperadores", dice.
Asegura, en tanto, que "quiero que todo resulte bien, todo se solucione, doy respuestas. Me quieren harto y lo siento".
Es por ello que asumir este nuevo desafío en el Rotary Club, manifiesta, lo toma con mucho amor y responsabilidad. Además, "ya sé las tareas, busco recursos, toco puertas y el colegio siempre nos aportan con cosas".
En ese sentido, cuenta que el trabajo seguirá en los lugares antes mencionados, como le hogar de ancianos. "Nosotros les llevamos colaciones saludables y entretención, como folclóricos, grupos de teatro y distintas cosas. También estar con ellos, estamos una tarde con ellos. Para las niñas de la Protectora es sagrado llevarles su regalo de Navidad. Les preparamos once, o le hacemos completadas y compartimos con ellas. Con el liceo trabajamos con los párvulos y premiamos a las dos mejores madres, a quienes les damos una caja de mercadería. Y a los chiquititos regalitos. De igual premiamos al mejor puntaje de la PSU", resume.
En ese sentido, confiesa, "el ayudar a las personas me pone contenta. Cada vez que voy a una actividad salgo feliz. Además de la amistad que existe entre nosotras".
"Me dijeron que era por mi entusiasmo y ganas de hacer cosas, porque coopero"
Norma Carrasco