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Pescador lebulense no se detuvo y ganó $50 millones

Leonel Lucero ganó el primer lugar del programa "Nada te detiene" de TVN. Ahora busca internacionalizar su negocio.
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Karen Loreto Retamal

Un mes mantuvo oculto el secreto. No podía contárselo a nadie, pero anoche, por fin pudo gritar y celebrar como lo hizo en la grabación del capítulo final. Leonel Lucero, emprendedor de Lebu, ganó la final de "Nada te detiene", de Televisión Nacional, superando a 100 miniempresarios de todo el país. De paso, con Ahumados Lucero Mora se llevó 50 millones de pesos para la casa y también logró que se reconociera la pesca artesanal, donde "existen personas que quieren salir adelante y que pueden crear otras cosas".

"No lo podía gritar a los cuatro vientos", confiesa el vencedor, quien agrega que está feliz de haber logrado el triunfo. "Ni yo me lo esperaba. Dije que iba a llegar a la final por convicción, pero había dos tremendos competidores que jugaban con la emotividad a mil. Yo, que era más tosco, tenía que entrar a ver otras cosas, no podía jugar con la emotividad, sino que tenía que mostrar resultados, números, cuentas. Eso fue lo que cambió, el ser yo", apunta el lebulense, quien espera que haya próximas temporadas del programa, pues "le permiten a los emprendedores creer en un sueño".

-¿Cómo fue cuando le dijeron que era el ganador?

"Hace una semana atrás, cuando nos acostábamos con mi señora y mi hijo, les preguntaba: "¿De verdad gané?". Ese día fue sorprendente. Iván dijo una frase que aún recuerdo, cuando estaban las luces, la música, yo tenía un dolor en el pecho y en la guata y dice: "Tiene un gran trastorno social". Ahí dije: "Ganó otro". Ya me sentía ganador de llegar a la final, más encima estar entre los dos mejores. Pero cuando dice mi nombre…yo ¿Qué? Agradecí hasta las lágrimas, me acordé de mi señora, mis hijos, los cabros que trabajan conmigo. Las madrugadas, las acostadas tarde. El creer, perseverar y aquí estoy. Sigo siendo el mismo".

-¿Qué hará con los 50 millones?

"Tengo varias propuestas para exportar los productos. Están interesados en Corea, México, Estados Unidos, España, Panamá, Perú y Brasil. Me falta la categorización, para lo cual tengo que hacer una planta nueva, pequeña, adecuada, pero que cumpla con todas las condiciones necesarias para exportar los productos. Quiero apuntar a eso, porque Ahumado Lucero Mora es más que un nombre, sino que lo que quiero es enseñarles a los pescadores, a sus señoras y sus hijos a crear el valor agregado desde la pesca artesanal. Es mi sueño, mi mayor anhelo es que nosotros le podamos dar un valor agregado a lo que capturamos. Traté de cambiar la pesca artesanal cuando era dirigente, pero no pude. Ahora quiero hacerlo con el ejemplo".

-Al crecer su negocio, puede dar más mano de obra

"Para allá vamos. Tenemos propuestas de un empresario coreano, así que estamos pensando en contratar cinco personas más. Queremos hacer las cosas bien".

Su mérito

La historia de Leonel es de esfuerzo. Cuenta que solo tiene séptimo básico y que es pescador artesanal. No obstante, esa visión de negocio que lo iluminó le permitió encontrar un nicho para lo que quería. "Cuando me presenté, lo hice como un pescador artesanal más. Al salir, me convertí en un empresario más, capaz de cerrar negocios y sentarse con empresarios de alta gama, poder llegar acuerdos. Eso me permitió el G100", asegura.

Un factor clave en su éxito fue su mentor Juan Carlos Hayes, aunque dice que "es mérito de él. Es especial, tiene muy claras sus ideas, puede improvisar, lo que facilita la labor del mentor. Trabajamos 4 meses juntos, teníamos una rutina en las noches, nos comunicábamos por WhatsApp y Facetime e íbamos construyendo los speech. Como fue porfiado, los cambiaba y consideraba lo que habíamos hecho".

Lucero explica que "cuando te tratan de colocar palabras que nunca te han colocado en tu vida, se te hace difícil. Yo conversaba con él y le decía que iba a adecuar sus palabras a mi jerga que era el diario vivir. Muchas veces terminaba cambiando todo, en consideración del jurado, que muchas veces lo hacía en el momento. Gracias a Dios pude escuchar y hacer los cambios. Tuve la humildad de reconocer que estaba equivocado y decir hagámoslo, más allá de que uno quiera su proyecto y todo, el cliente tiene la razón".

"Lloré hasta las lágrimas, me acordé de mi señora, mis hijos, los cabros"

Leonel Lucero

"Él es especial, tiene muy claras sus ideas, puede improvisar, lo que facilita la labor"

Juan Carlos Hayes