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Falta de colores e hilos afecta a las boutiques 5 de septiembre de 1972

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La falta de géneros, hilos y botones afecta sin duda a las siete boutiques presentes en Concepción. Hoy tienen que desvivirse para ofrecer lo original. La mayoría de las prendas son traídas desde Santiago, pero también se confeccionan algunos modelos.

¿Es Concepción una buena plaza para trabajar una boutique? Si, la mujer penquista se adapta fácilmente a la moda y es así como ahora se compran con verdadero furor los suecos. El año pasado ya se llevaron durante el verano, y ahora ya están empenzando a verse por las calles . Su comodidad es discutible, para algunas son mejores que zapatos, para otras ¡ni verlos, de incómodos!

COLORES

"El problema que tenemos es la falta de colorido, ya que por la falta de importación de anilinas, parece que hay muy pocos colores, pero no hemos detectado un gran desabastecimiento", dijo Emilia del Río, de "Blow Up", una de las boutiques más antiguas de Concepción.

Las boutiques tienen sus privilengios y uno de los principales, es que dicta la moda para todas las edades. Sin embargo existen algunas especializadas en "lolas", en gente joven que ya no es tan lola y también en menor número para las mujeres mayores. En Concepción cada una cuenta con su clientela de acuerdo a las especialidades que ofrezca. Sin embargo, ninguna descuida la juventud , especialmente las lolas que son las mejores innovadoras de la moda. Hoy se imponen las faldas con pliegues.

Otras del 4 de septiembre de 1958


Vehículo de Carabineros chocó: un lesionado

Un jeep de la Primera Comisaría de Carabineros de Tomé, que estaba cumpliendo un recorrido por el departamento durante el acto eleccionario de ayer, fue chocado por una camioneta, resultando un herido.


Concepción dio una hermosa lección de civismo

Poco después de haberse cerrado la votación en las mesas receptoras de sufragios, "Crónica" conversó ayer con el jefe de Plaza, general de Brigada Rodolfo Otto Müller, quien en esos momentos visitaba el recinto de la Escuela de Niñas número 2, acompañado del auditor militar, mayor René Vergara, y los comandantes del "Guías" y "Silva Renard", Roberto Fuentes Stone y Hernán Vadillo, respectivamente. Refiriéndose al acto eleccionario de ayer, ele general Otto manifestó: "La tranquilidad demostrada por la ciudadanía de Concepción, como en todo Chile, ha sido una hermosa lección de cultura cívica. El desarrollo del acto electoral en las mesas, el entusiasmo y la gran afluencia de público han sido la nota principal".

1300 pesos costaba, aproximadamente, en 1958 un sweater para hombre en las tiendas de vestuario del centro penquista.

Pasión familiar por trajes dieciocheros

Con la ayuda de su hija menor, la familia Rojas Pereira le dio un nuevo impulso al negocio familiar de confección de trajes de huasita.
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Alfonso Levet G.

Toda una vida juntos, trabajando en la confección, y también haciendo familia, llevan Laura Pereira y Arturo Rojas, pero después de varias décadas trabajando de la misma manera, fue su propia hija la que les cambió todo el sistema.

"Nosotros nos conocimos en esto y armamos una familia", relata Laura, quien asegura que gracias a la confección de trajes y uniformes, pudo criar y educar a sus cuatro hijos.

Por estos días, el matrimonio, las dos costureras que trabajan con ellos y Natalia, la hija menor del clan, realizan sus labores a toda máquina para cumplir con la meta que calcularon para satisfacer la demanda dieciochera.

"Ella, Natalia, nos ayudó a que nuestros sueños se hicieran realidad", comenta orgullosa la mamá, y explica que "antes, siempre trabajamos para los comerciantes, que venían para acá y compraban".

Ambos admiten que hasta antes del retorno de su hija, "nos conformábamos con tener números azules", pero ella fue la que los llenó de ideas y las ganas de hacer cosas nuevas. Comentan entre risas que "empezó a sacarnos trote, nos cambiaron el sistema, pero nos vino a inyectar de energía".

Confidencian que al principio "encontrábamos que era demasiado arriesgado para nosotros, y no estábamos acostumbrados a que nos dieran órdenes", según Arturo.

Sin embargo, y al cabo de tres años del retorno de su hija menor desde la capital, confiesan que "por fin estamos viendo frutos de nuestro trabajo".

Calidad a toda prueba

Hace algunos años, la preocupación fue la llegada masiva de trajes de huasita importados, casi todos de China. "Hubo un año en que no vendí un solo vestido, pero me dije 'tengo que hacerlos más bonitos, estos no me van a ganar' y entonces empezamos nuevamente a tener clientes que buscan la calidad de nuestros productos", detalla Laura.

La hija, en tanto, no para, entre distintos puntos de venta en los centros comerciales y la promoción de "Vestidos Huasita Chilena" en las redes sociales.

"Hemos tenido penas y alegrías, pero una cosa siempre se ha mantenido, que es la pasión; todavía me levanto todos los días pensando qué voy a crear" confidenció Laura, antes de volver ella y Arturo, al taller de confecciones, ubicado en la casa que comparten hace 40 años.