La arquitecta
María José García cuenta cómo nació la fundación medioambiental que lidera y el trabajo que realizan, labor por la que está nominada a "Chilena del año".
Su motivación por apoyar a quienes perdieron sus casas en el terremoto fue la semilla que encontró María José García Bellalta (37) para dar vida a lo que hoy es Fundación El Árbol, organización sin fines de lucro que apunta a generar un cambio cultural para una sociedad más sustentable, y que tiene a la penquista nominada al premio Chilena del Año. Pero el terreno ya lo venía preparando años antes, tras partir a Barcelona por un magíster en arquitectura y medio ambiente.
En la ciudad española se empapó de una cultura de segregación de residuos que hasta entonces no había en nuestro país. "Después de vivir este proceso de generación de hábitos, de reciclaje y segregación, llegué a Chile sin poder volver atrás. Ya no concebía botar una lata con mis residuos orgánicos, y comencé a hacer la separación en origen, directamente en mi casa", relata.
Dos meses llevaba de regreso en Concepción cuando vino el terremoto. Impulsada por entregar apoyo a la gente damnificada, junto a su madre y un grupo de amigas recorrieron las caletas "y nos dimos cuenta de que las viviendas de emergencia eran de una precariedad tremenda, que el invierno sería muy duro si no encontrábamos una forma de aislar esas viviendas".
Con sus conocimientos de arquitectura sustentable, ideó una manera de forrar estas casas con tejuelas de tetrapak e inició una campaña que permitió aislar más de 500 mediaguas.
"Ideamos la forma de cortar y doblar la caja de tetrapak y empezamos. En cada vivienda se instalaban unas 500 cajas de litro, movilizamos a más de 700 voluntarios y literalmente nos llegaron cajas de todo Chile, fue algo muy bonito", recuerda. La semilla estaba plantada.
Tras ello, María José se dijo: "Esto no puede quedar aquí, tiene que continuar. Tengo que seguir motivando a la comunidad en la importancia de segregar para poder reciclar los residuos y, sobre todo, hacerlo con un beneficio social".
Fue entonces que, gracias al contacto con Camila Aguilera, quien realizaba un plan inclusivo con recicladores de base, la idea comenzó a brotar. "En conjunto damos curso y forma a la fundación. Y así es como nace El Árbol".
El Trabajo
El objetivo principal de la fundación, constituida formalmente en 2013, "es la mitigación y adaptación al cambio climático, a través de tres líneas de trabajo". Estas son basura cero, hábitat sustentable y educación medioambiental.
"Pretendemos implementar el concepto 'basura cero' y eso básicamente es hacer segregación en el origen y apostar por reducir la cantidad de residuos que generamos en el día a día. Reutilizar, reparar y finalmente reciclar y compostar los residuos orgánicos", detalla. "Esto tiene que ser con inclusión de recicladores de base, nosotros generamos instancias para que ellos puedan recuperar el material de manera limpia, digna, segregada; también capacitación y formalización de recicladores y sobre todo visibilización y profesionalización de su trabajo".
"Por otro lado -agrega- tenemos el área de hábitat sustentable, que está enfocada a restauración ecológica y reforestación urbana en áreas verdes, con árboles nativos (...) Y la tercera línea es la educación ambiental, y eso lo trabajamos en escuelas con los niños, profesores, generamos instancias de colaboración, campañas, talleres, asesoramos a los establecimientos para obtener la certificación medioambiental y para que puedan implementar sistemas de gestión de residuos 'basura cero'".
-¿Cómo va encaminado Concepción en este aspecto?
"Bueno, a nivel nacional y mundial existe obviamente una urgencia por todo el tema de cambio climático. En Concepción hemos avanzado, pero avanzamos creo yo bastante lento. Existen acciones de trabajo, implementación de puntos limpios, se avanza de alguna manera. La ley de Responsabilidad Extendida del Productor va a obligar a todo el país a implementar sistemas de segregación de residuos en origen, pero aún no se sabe exactamente cómo va a ser implementada (...) Lo importante para nosotras es que los sistemas de gestión que se implementen incluyan a los recicladores de base".
Chilena del año
En su segunda versión, el premio Chileno del Año, organizado por Natida y que busca reconocer a quienes contribuyen desde su área al bienestar del país, tiene entre sus nominados, en la categoría Chileno Sustentable, a María José García. La elección es por votación popular en el sitio natida.org hasta el 25 de agosto y el resultado se dará a conocer en septiembre.
"Fue una sorpresa bastante grata. Cuando me dijeron (que estaba nominada) como que no lo creía, de hecho cuando le conté al equipo, tampoco lo creían", confiesa la arquitecta.
"Pero ha sido muy bonito -subraya-, porque he recibido muy buena energía, muy buenas vibras de mucha gente, nos ha permitido tener visibilidad de la fundación, es una oportunidad de dar a conocer el trabajo que realizamos y que ha sido un trabajo hormiga, paso a paso, muy desde el amor, desde la entrega. Entonces, muy agradecidos con la nominación. Yo me doy por pagada por el solo hecho de estar nominada".