Algueras felices con aprender a construir muebles
Señalan estar contentas con ser consideradas para ser alumnas de un taller de mueblería y que servirá para su vida cotidiana e, incluso, para tener un emprendimiento.
Felicidad y muchas de ganas de aprender nuevas habilidades es lo que expresaron algueras de la Caleta El Morro de Talcahuano y de Tomé, quienes actualmente participan de un taller de mueblería organizado por la Federación de Pescadores Artesanales de la Región del Biobío (Ferepa).
21 alumnas demostraron su entusiasmo durante la clase impartida por el profesor Raúl Pizarro, en el cual sus objetivos van desde tener nuevos muebles para sus viviendas hasta el formar un emprendimiento con la venta de estos elementos.
Oportunidad
Siomara Rivera es alguera de la Caleta el Morro y una de las participantes del taller de mueblería. "Hay muchos casos en que los maridos están todo el día en la pega y no saben de construcción. Lo que aprendamos puede mejorar nuestras viviendas y muchas de nosotras, a lo mejor, van a trabajar de esto. Es buenísimo para todas".
Rivera añadió que "este es un curso diferente. Nos arriesgamos a tomar un curso que dicen que es más para hombres. Yo quiero construir un mueble para mi lavamanos de baño y repisas. Estoy segura de que saldremos buenas mueblistas de aquí".
Ivón Constanzo es nacida y criada en la Caleta El Morro. Señala que entre todas las compañeras se conocen y que "aprender a tener nuestros propios muebles nos ayudará a salir adelante. Estamos todas unidas y somos como una familia, así que nos viene de perillas estar juntas. Aportaremos con otro granito más de arena a nuestras casas".
Emprendimiento
Flor Araya proviene de una familia pescadora y es alguera. Agradeció la oportunidad de tomar el curso. "Antiguamente nunca tuvimos estas posibilidades para las mujeres de hogar. Ahora no sé nada de mueblería, por eso estoy entusiasmada. Incluso podría vender los productos si me sale bien", señaló.
Araya contó que la persona más orgullosa de que esté en el taller es su madre Magdalena Acuña. "Ella fue esposa de pescadores y crió a 12 hijos. Me dijo que le habría gustado estar en una instancia como esta y está contenta porque sus hijas están participando".
Olga Macaya ha vivido toda su vida en la Caleta El Morro. Dijo que "sabemos clavar, poner tornillos y esto es lo mejor que ha podido llegar a la caleta. No solo cocinamos, lavamos o criamos a nuestros hijos. Sé que soy capaz de hacer todo. En la cocina me hace falta un mueble y destaco la buena convivencia que hay entre nosotras".
Macaya agregó que "hay que seguir aprendiendo y, si me quedan buenos los muebles, ojalá alguien confíe en mí para poder venderlos. Estoy feliz".
Magaly Bécar también está entusiasmada con emprender. "¿Por qué no podemos tener un trabajo independiente como microempresarias? Claramente somos capaces. A mi familia le voy a demostrar que puedo hacer un buen mueble y que va a ser el primero de muchos".
El encargado de las clases es el ingeniero forestal Raúl Pizarro, quien destacó el entusiasmo de sus alumnas. "Ellas se llenaron de ánimo y de ganas para descubrir sus habilidades. Aprenderán a construir muebles de cocinas, repisas, muebles para lavaplatos, muebles aéreos. Se nota que están contentas y está motivadísimas, sin miedo a usar una herramienta eléctrica".
Al final del curso, las alumnas recibirán un certificado con las competencias aprendidas y decidirán si su futuro estará en la mueblería.