Almaceneros cuentan cómo se las ingenian para desarrollarse
Pedir créditos o comprar implementos para mejorar la seguridad son algunas formas para crecer paulatinamente.
Los almaceneros del Gran Concepción son un ejemplo. Ayer, durante la premiación desarrollada en el mayorista Alvi, relataron sus historias de esfuerzo y dedicación para que sus negocios crezcan y se conviertan en un sector fundamental para sus barrios.
En cuanto a la seguridad, las cámaras y alarmas son los artefactos que reconocieron utilizar preferentemente, mientras que el acceso a créditos es una de las maneras que tienen para invertir en mercadería y en herramientas para evolucionar.
Además, reconocieron que el almacén forma parte de la vida social de los barrios y que sus negocios tienen un sello más allá de vender productos.
Emprendimiento
Marcela Vidal es dueña de una distribuidora de almaceneros hace cinco años en Hualpén. Partió con un almacén y con el tiempo su emprendimiento evolucionó. "A veces el dinero no es suficiente y por eso pedí ayuda para tener más mercadería y salir a terreno".
Caso similar es el de Miguel Ángel Sepúlveda, dueño de la Amasandería Macarena de Barrio Norte. Pronto cumplirá 16 años con su proyecto. Aseguró que "aún pago un crédito por mi furgoncito, que me ha servido para trabajar" y añadió que "los almacenes servimos para formar comunidad. No se trata solo de vender o comprar, hay que ser solidarios".
José Rosales partió como vendedor ambulante y hoy dirige la Ferretería Puchacay y el Supermercado El Mesón, en Florida. Para cuidar su negocio, Rosales señaló que "nunca he pedido un crédito, porque mi consigna fue ahorrar desde que comenzamos, aunque eso significara compartir un pan para dos personas".
Luis Fuentes y Rosa Mora son dueños de Provisiones Yolita de Lomas Coloradas, que funciona desde 2010. Fuentes señaló que "cambié el rubro maderero para tener mi negocio para sobrevivir y llevamos nueve años. Si pedimos créditos es para tener productos que la gente nos pedía, y así tener más variedad".
Rosa Mora añadió que "nuestro barrio es muy tranquilo y nos conocemos con todos los vecinos".
Seguridad
Miguel Ángel Sepúlveda, de la Amasandería Macarena, se refirió a cómo protege su local. "Tengo cámaras y alarmas, además de una empresa que nos ayuda".
De igual manera, José Rosales contó que "al supermercado de Florida lo tengo muy protegido con alarmas y cámaras para monitorear. Además, mi casa está a 15 metros del negocio y también tiene estas herramientas de seguridad".
Marcela Vidal, hoy dueña de una distribuidora de almacenes, señaló que "ahora salimos más a terreno gracias a que crecimos, pero en el negocio sí teníamos cámaras de seguridad porque era necesario".
No obstante, hay casos en que hay plena confianza en la seguridad del barrio, como es el caso de Luis Fuentes y Rosa Mora.
Fuentes contó que "lo único que tenemos es un timbre que nos avisa cuando llegan las personas". Rosa Mora añadió que "nuestro barrio es tranquilo. Trabajamos hasta las 22.00 y sin preocupaciones".
Sin duda ellos son un ejemplo de cómo el ingenio y el apoyo sirven para salir adelante en estos días.
"Aún pago un crédito por mi furgoncito que me ha servido para trabajar en el local".
Miguel Ángel Sepúlveda, almacenero