Angélica Vásquez V.
De pronto, haciendo algún movimiento, sentía aromas y olores que no podía descubrir bien por qué se presentaban... hasta que di con la causa. Resulta que cada vez que entro a una tienda me ofrecen lo último en perfumes que están en oferta y vienen con regalo incluido. Y claro, siempre acepto los aromas, luego los siento fuertes y se me olvida... pero parte de ese spray que saltó en cámara lenta como cientos de gotitas casi invisibles, también quedó en las mangas de mis chaquetas y abrigos. Por eso moviendo mi cuerpo ese aroma impregnado en la ropa vuelve a sentirse. Fuera de ser divertido y curioso, no tiene mayor trascendencia a menos que el perfume sea taaan fuerte que arruine mi aroma. Pero ¿qué pasa con todo aquello que se nos va adhiriendo durante el día y vida? Todos saben a qué me refiero: malas vibras, resentimientos, sombritas, pesimismo, vacío existencial, creencia, ideas, proyectos... todo lo que se nos va adhiriendo sin pertenecernos, sin nacer de nosotros, sin que nos aporte, y que se manifiesta incluso como molestias inexplicables que sentimos de pronto. O mal genio, irritabilidad, mal humor, penas y tristezas inexplicables. Es muy probable que se nos haya adherido luego de estar en ciertos lugares o conversar con ciertas personas o poner oreja a lo que escuchamos al azar. Porque somos energía y somos esponja también, y al andar volando bajo se nos adhieren cositas que no son nuestras, algo así como ser papel de mosca, jajajá. Pero es verdad, sólo falta que se dé un cabezazo y despierte. Por eso es un paso a la vez, es una hoja en blanco cada día, aprendizaje continuo, conexión, amor y paz. Eso, estimados, es un sendero espiritual, mucho más sencillo de lo que piensa, sólo requiere de su interruptor el aquí y el ahora, el despertar. La próxima vez que se desconecte y se sienta extraño o poco feliz, pregúntese si es algo suyo o se quedó impregnado de "otras cositas"... ¡La respuesta lo sorprenderá! Luego lo limpia con una oración o mantra de agradecimiento y listo. Seguimos... ¡la Vida nos Ama! ¡Vamos que se puede! ¡Querer es poder!