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Conozca el funcionamiento de los roperos solidarios en Concepción

La gran mayoría de los beneficiarios son migrantes venezolanos que reciben prendas abrigadas para el duro invierno penquista.
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Carlos Arias Oreña

La Iglesia La Viña está hace cuatro meses recopilando ropa en el centro de Concepción. La juntan y luego van entregándola, principalmente a migrantes que prácticamente llegan con lo puesto y no están acostumbrados a los rigores del clima penquista.

"Tenemos un ropero comunitario, donde atendemos a 25 personas por día más o menos, en diferentes horarios. Esto surge porque somos una iglesia evangélica. Estamos muy abiertos a ayudar a los extranjeros que llegan al país. Asistimos especialmente a los ciudadanos haitianos, que son los que más la sufren con el frío", expresa Fabián Padilla, uno de los gestores de la iniciativa.

Explica que primero crearon un afiche para invitar a la gente a que fuera a dejar y a buscar ropa. Después usaron diferentes canales y redes sociales para llegar a más personas. Luego, extendieron la campaña. "Ahora no es solamente ropa, también recibimos camas, muebles, cocinas, juguetes y zapatos", añade.

Están ubicados en Angol 473, entre Barros Arana y Bernardo O'Higgins, pleno centro de Concepción. Ahí puede ir la gente a dejar su donación, entre las 15.00 y las 19.00 horas.

"Son cinco prendas las que estamos entregando por persona, porque viene mucha gente y queremos que todos se puedan llevar algo. Si tienen necesidad de trabajo, de casa o de camas, tenemos un libro donde se pueden anotar y a medida que nos van llegando las cosas, los vamos llamando para que las puedan ir a buscar", afirma el integrante de la agrupación.

Apunta que más del 90 por ciento de las personas que acuden son de nacionalidad venezolana. "La gente se informa por los afiches que andan en la red, en Facebook y WhatsApp. Están también en la feria de las pulgas. "La gente me llama, me pregunta o pueden llegar directamente al lugar. Desde que iniciamos la campaña hemos asistido a unas 1.200 personas aproximadamente", dice.

Manifiesta en que hay días en que concurren entre 40 a 50 personas, pero nunca baja de las 15 atenciones diarias. "Tenemos ropa para recién nacidos, a veces regalamos hasta coches. Pueden ir desde niños hasta ancianos, de todo", enfatiza.

"Lo que estamos pidiendo harto ahora es ropa de invierno. Solicitamos eso sí, que la ropa esté en buenas condiciones y que vaya limpia por favor. Intentamos dignificar lo más que se pueda esta labor. A veces nos llega ropa con etiquetas, que la gente por alguna razón no utiliza y que regaló", asegura.

"Para funcionar tenemos cinco mesas redondas y diez pilas en cada mesa. Tenemos más de 100 prendas, más un colgador y zapatos. Siempre nos está llegando de todo", declara.

"Intentamos decir a la gente que Dios te ama, y el amor parte por el accionar y cubrir la necesidad de las personas. Creemos que tenemos que abrazar, cubrir y cuidar, más que juzgar y cuestionar", sostiene el encargado de esta entidad que se ha dado a tan importante tarea.

En tomé

En Tomé también hay una agrupación que está recopilando ropa, aunque ésta es principalmente para los niños. Se trata de la fundación Fundap Distrito Tomé. Su objetivo es proveer de vestuario a pequeños que junto a sus padres han llegado de Haití.

"Estamos haciendo una campaña para niños, estamos con recolección de ropa de invierno y parkas. Nos ha ido bien, porque la gente conoce el trabajo que hacemos e incluso nos ha llegado gente de Concepción a donar. Mediante va llegando la vamos entregando en seguida, ya que no tenemos un lugar físico para recopilarla", explica José Méndez.

Comenzaron en mayo y estarán hasta agosto en la campaña. "Empezamos el 10 de mayo y vamos a retirar a domicilio a veces, ya que la gente nos conoce. La página de Facebook nos ayuda muchísimo en esta tarea. La ropa va directo a los niños, pero también se ayuda a la familia completa", complementa.

"Hemos recibido casacas y mucha ropa de agua también", especificó el encargado.