Choferes aburridos de rayones en sus micros
Cada seis meses, los gastos de reposición osilan entre los 300 y los 400 mil pesos.
"Me gusta rayar, lo hago inconscientemente. Generalmente escribo 'muerte al estado' o cosas así", confiesa Fabián, usuario del transporte público que admite que utiliza las micros no sólo para viajar, sino también para expresar su opinión en los asientos.
Y es justamente este problema con el cual los choferes de los taxibuses del Gran Concepción deben lidiar a diario. Siempre que reparan algún detalle del autobús público, al otro día vuelve a estar destruido.
Quien sabe del tema es Julio Otárola (59), quien lleva 30 años en este rubro. Es chofer de la línea Pedro de Valdivia y dice que es una situación a la que ya está acostumbrado, pero no deja de ser agotadora, pues él debe aguantar los descargos de la gente. "No son solo los jóvenes como la mayoría cree, he visto a gente mayor rayando hasta con plumones", dijo.
También muchos de los usuarios son testigos de los constantes daños a las micros. Sergio Espejo viaja todos los días en taxibús hacia su trabajo y asumió que es muy molesto. "Casi siempre son mensajes no muy amigables, es desagradable trasladarse así", sostiene.
Por este inconveniente, los choferes y las empresas deben hacer un mantenimiento casi diario de la máquina, pues son fiscalizados a menudo, y por cualquier daño grave en infraestructura el taxibús debe ser sacado de circulación. Y los daños como por ejemplo ventanas rotas o asientos despegados del suelo, deben ser multados.
Gobierno
No así los rayados. Según el Seremi de Transporte, Jaime Aravena, estos hechos no entran en la categorización de infracción, pues es algo que demora mucho más en reparar. "Nuestro equipo debe velar por las condiciones técnicas del transporte público, pero por sobre todo de las comodidades básicas para la gente que utiliza este servicio", expresó.
Respecto a los rayados aseveró que "lamentablemente es un problema de educación. Estoy de acuerdo con expresar la opinión, pero no significa que deban dañar los espacios públicos faltando el respeto a la gente".
Gastos
Para evitar las infracciones, las empresas deben costear materiales para el mantenimiento de la máquina. Si son rayones, se utiliza diluyente o pintura; si es daño grave como mal estado del respaldo o problemas con el tapiz, se cambia el asiento por uno nuevo.
Según el secretario general de la Federación de autobuses de la Región y representante legal de la línea San Pedro del Mar, Javier Guiñez, los costos de mantenimiento varian dependiendo del daño del vehículo. Cada 6 meses deben realizar la mantención, el cual gastan 400 mil pesos aproximadamente, entre pinturas, asientos nuevos y otros materiales. "Claramente los daños en protestas o marchas los gastos suben enormemente. Para nosotros ya es habitual y nos acostumbramos, pero creo que es hora de ponernos en campaña para evitar que esto siga pasando", expresó.
50 mil pesos mensuales se gasta en comprar materiales de reposición, como pintura y tapiz.