El operador telefónico es aquel que usa sistemáticamente el teléfono para vincularse con sus posibles clientes con el fin de promocionar, vender un producto o servicio, asesorar al consumidor durante el proceso de compra, gestionar solicitudes y reclamos, entre otros. Constantemente, hemos recibido o recurrido a su servicio para tramitar alguna situación que pueda estar afectándonos como consumidores.

Sin embargo, una de las dificultades a las que se ven continuamente enfrentados, y que muchas veces pasan desapercibida por el interlocutor, es el uso excesivo de su voz. En este contexto, debemos entender que la voz es una de las herramientas que tenemos para transmitir mensajes, dependiendo de muchos factores dentro de los cuales se encuentra: la carga laboral, las condiciones acústicas del lugar donde trabajan, la exposición a ruidos, los cambios bruscos de temperatura, el estrés laboral y el uso prolongado de la voz. Factores que pueden condicionar la aparición de dificultades vocales o disfonías.

Los operadores telefónicos tienen el doble de posibilidades de reportar síntomas a nivel vocal que la población en general. Sus principales quejas son cansancio vocal al final del día, dolor al hablar, carraspera constante, pérdida de voz, sensación de sequedad a nivel laríngeo y molestias al tragar. Esto afectará su nivel de trabajo y los hará ausentarse de su lugar de trabajo, donde su voz constituye su principal herramienta; pudiendo repercutir en sus ingresos y comisiones, lo que puede generar la sensación de inestabilidad y aumento del estrés.

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