"La Barca": una tradición familiar con todo el sabor del mar en Lenga
Con casi 30 años de trayectoria, los Pereira Chaparro brindan tradición gastronómica en la popular caleta.
El restorán "La Barca" es uno de los puntos principales para los turistas que visitan Caleta Lenga y que quieren disfrutar de delicias como el pescado frito con papas cocidas, el congrio a lo pobre o las empanadas de mariscos. No obstante, detrás de esos platos típicos del lugar hay un sello que define la historia del local: la tradición familiar.
Todo empezó con Bernarda Chaparro, quien partió con la venta de empanadas de mariscos y que actualmente lidera un local que hoy tiene 60 mesas tras un camino largo, en el que ha contado con la ayuda de su esposo, de sus hijos y hasta de sus nietos.
Juan Carlos Pereira Chaparro es el actual administrador del local e hijo de Bernarda. Hoy tiene 45 años y ha sido parte de la evolución del local. "Hace 30 años mi mamá empezó a vender empanadas de mariscos. Después le pedían pescado frito y así fue creciendo todo esto. De a poco nosotros fuimos ayudando hasta tener algo estable. Es un orgullo".
Pereira destacó que todos son nacidos y criados en Lenga. "La pesca nunca fue buena y al principio era más para mantenernos. El aceite se calentaba con estufa a leña para hacer las empanadas. Siempre el esfuerzo fue de la familia. Atendíamos en el comedor de nuestra casa en un principio", aseguró.
El local tiene dos pisos y siempre llevó el nombre de "La Barca". "Mi mamá es evangélica y ella quería que el Señor fuera su capitán. Así ha sido", dijo.
Toda la familia ayuda
Cuando Juan Carlos Pereira tiene que enumerar a los miembros de la familia que trabajan en el local, le faltan dedos en las manos para contarlos a todos.
"Están mis dos hermanas, mi cuñado, mis sobrinos, mi señora, mis hijos y mi padre, quien se encarga de las compras y ayuda. Mi madre es la que tiene el secreto del sabor y me dice que se cansa más cuando no trabaja", describió.
Hipólito Pereira, más conocido como "Don Polo", es el padre de Juan Carlos y aseguró que "es un orgullo trabajar con la familia. Todos sabemos lo que tenemos que hacer. Hay confianza y muy buena comunicación. No hace falta explicar nada".
Pereira recordó que "ha sido mucho sacrificio. No es llegar y hacerlo. Hay que endeudarse, entre otras cosas. Todo se hace pensando en las familias, en como si fuera un plato para nosotros y para los hijos".
Otro ejemplo es el de Sergio Hinojosa Pereira, quien es nieto de Bernarda e Hipólito y que hoy tiene 19 años. Actualmente estudia Periodismo en la Universidad de Concepción.
"Desde chico ayudaba a lavar la loza o a hacer empanadas los fines de semana. A los 14 años empecé a garzonear y a tener más contacto con la gente. Ahora sigo trabajando cuando tengo días libres o si es que hay paro en la U, lo que es recurrente", señaló, entre risas, el joven trabajador quien aprovecha de tener ingresos.
"Mi abuelita es motivo de orgullo. Donde voy siempre hablo de ella y del restaurante. Mi mamá también forma parte del local. Estamos unidos", complementó Hinojosa en las cocinas del recinto, mientras espera los platos para servirlos a una de las mesas.
Superaciones
Uno de los momentos más difíciles para la familia Pereira Chaparro fue en 2014 cuando parte del local fue consumido por un incendio. Juan Carlos Pereira dijo que "pudimos salir adelante gracias a la ayuda de muchas personas. Fue en Año Nuevo y hubo gente que igual nos colaboró. Esa experiencia nos ha hecho más fuertes".
Actualmente las ventas en el local les permite mantenerse a flote sin problemas. "El pescado frito con papas cocidas se pide mucho, al igual que el mariscal y las empanadas de mariscos", indicó Pereira, quien añadió que al establecimiento "ha venido gente como Coco Legrand, Karen Doggenweiler, Pedro Carcuro, Rafael Araneda y el Indio de los Dinamita Show", dijo el administrador, quien posteriormente llamó a todos los familiares presentes para tomarse una fotografía.
"La Barca" atiende desde las 11.30 hasta las 23.30, de lunes a domingo.
"Pensamos en las familias como si hiciéramos un plato para nuestros hijos".
Hipólito Pereira,, trabajador de "La Barca"