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Profe camina por el mundo con un mensaje de vida

El brasileño Marcelo Monti salió de su casa para viajar por los cinco continentes. Busca acompañar a quienes sufren por la pobreza, el sida y la marginación.
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Ricardo Muñoz E.

Marcelo Monti se acomoda en el sillón de la casa en la que está alojando para comenzar a contar su historia. Este profesor en filosofía y fraile de la orden franciscana capuchina (actualmente con permiso de un año) celebró su cumpleaños número 40 de una forma totalmente diferente: salió de su casa en su natal Porto Alegre (Brasil), para literalmente caminar por el mundo.

En su recorrido ya atravesó Uruguay, Argentina y el 16 de febrero pasado arribó a Chile por el paso Los Libertadores, desde donde emprendió rumbo hacia el Desierto de Atacama. Al momento de esta entrevista llevaba cuatro mil 280 kilómetros, de su caminata, llamada "El Camino de Aline", en memoria de su hermana que falleció de sida. La aventura contempla un proyecto total de 90 mil kilómetros en un lapso de 10 años, atravesando 70 países de los cinco continentes.

"Todo el tiempo caminando, nunca a dedo", comenta Marcelo.

Por supuesto lo más duro fue atravesar el Desierto de Atacama, contando con agua para cinco días y en su trayecto algunos de los conductores del camino seguían de largo. Otros se detenían y al escuchar la historia del fraile, le ofrecían algún tipo de ayuda, ya sea en comida, agua o alojamiento.

Cuando a Marcelo se le pregunta "¿por qué caminas?", con su acento más uruguayo que brasileño responde casi enigmáticamente: "Porque puedo caminar". Pero la verdadera razón es más profunda y tiene que ver con llevar un mensaje de conciencia, de vida, de empatía por quienes son "invisibles" y también para derribar los prejuicios.

"Nosotros fuimos acostumbrados y casi domesticados como animales de que existe sólo una manera de estar en el mundo o de relacionarse: si uno quiere ser feliz tiene que casarse, tener un auto o una casa que sea suya. Imaginamos todo por la lógica del dinero, que necesitamos trabajar ocho horas por día esperando que llegue el domingo, las vacaciones o el tiempo de jubilarse. No estoy diciendo que esté mal, pero hay otras formas", reflexiona.

Es ahí donde apunta que "la gente cuando ve la caminata lo hace como si fuese algo asombroso, pero no se dan cuenta de dos cosas. Primeramente, llevo cuatro mil 280 kilómetros pero no fue algo en un día. Quiero decir que estoy haciendo algo sencillo que es caminar, lo que es común. Y lo segundo es que siempre vemos al que viene de afuera (refiriéndose a sí mismo) como que está haciendo algo estupendo, pero no se percatan que los pescadores de aquí se levantan a las cuatro de la mañana y trabajan como locos y si sumamos todo lo que caminan, quizás es más que una vuelta al mundo... El hermoso, el extraordinario, está acá. Cerquita de nosotros".

Son 30 kilómetros en promedio la distancia que Marcelo cubre al día, toda una travesía que registra a través de su página de Facebook caminhodealine, y con ese mismo nombre se puede encontrar en Instagram. A veces, también recibe mensajes de a poyo y preocupación de quienes conoció en este camino.

Mensaje

El caminante intenta llevar un mensaje de esperanza y conciencia hacia quienes padecen de VIH. "¿Quién fue Aline? Era una joven del sur de Brasil que era mi hermana, pero que podría ser tu hermana y que podría ser chilena, uruguaya, colombiana, como tantas y tantas jóvenes que viven una vida miserable, que no tienen la oportunidad de estudiar, que tienen su vida marcada por el sufrimiento y que viven en el sufrimiento. Con 27 años recibe el diagnóstico de sida y tiene miedo de decírselo a su familia, miedo de ir al hospital y que todos reconozcan que ella es una persona que tiene VIH, miedo al prejuicio de sufrir el rechazo. Tú, yo y todos sufrimos prejuicios ¿tenemos la más mínima idea de saber qué es ser vistos como alguien inferior? ¿Por qué mi hermana no se trató? Porque el miedo al prejuicio, al rechazo, es más fuerte que el deseo de vivir y por eso, para cambiar eso, el camino es la empatía".

La gran travesía continuará a Perú, luego en agosto a Colombia, República Dominicana, Haití, Panamá, Guatemala, México, Estados Unidos, posteriormente Canadá. Más tarde irá a Senegal (África), Angola, Sudáfrica, Etiopía, Israel, Líbano, Turquía, Bulgaria, Europa del Este, Asia, India, China, Australia y, en 2027, Brasil.